Los contribuyentes con rentas bajas soportan una carta fiscal que, en relación con sus ingresos, solo es comparable a la que sufren los que tienen un mayor nivel de ingresos. Así lo asegura la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, que asevera que el sistema fiscal español es redistributivo y contribuye a reducir la desigualdad entre las diferentes clases sociales aunque, eso sí, su aportación en este sentido es muy modesta.

El estudio indica que los contribuyentes con ingresos entre cero y 11.854 euros destinan al pago de impuestos el 28% de sus ingresos mensuales. En Zamora, provincia con unas rentas medias significativamente más bajas que en el resto del país, son aproximadamente 25.000 los contribuyentes afectados por esta situación (en total hay unos 60.000). La cantidad es muy elevada puesto que, a nivel nacional, "solo" el 20% de los contribuyentes se encuentran en estos baremos. En la provincia el porcentaje supera el 40%. A partir de ahí la cantidad de ingresos destinados al pago de impuestos se reduce en los siguientes escalones de ingresos hasta que vuelve a crecer para las rentas muy altas, las que superan los 133.000 euros de ingresos anuales, ya muy gravadas por el IRPF. Los datos de Hacienda dicen que en Zamora solo hay 78 contribuyentes por encima de este baremo, la cifra más baja de todas las provincias del país.

El estudio, elaborado por los profesores Julio López, Carmen Marín y Jorge Onrubia destaca que el principal y prácticamente único impuesto redistributivo de la riqueza es el IRPF. De hecho, indican, "sin este impuesto el sistema fiscal español sería regresivo por el peso que tienen impuestos directos y proporcionales como el IVA" e incluso por las cotizaciones sociales.

El precisamente el impuesto que grava el consumo el que explica la situación que viven las rentas más bajas. La explicación que dan los autores del informe es que cuanto más pobre es un hogar más porcentaje de sus ingresos debe destinar al consumo, de manera que un impuesto regresivo como el IVA, que grava por igual a todos los contribuyentes tengan la renta que tengan, gana peso con aquellos que destinan más porcentaje de sus ingresos al consumo.

Otro factor a analizar es que las cotizaciones sociales también, dicen los autores, tienen un componente regresivo "que contribuye a elevar la desigualdad. El juego de las bases mínimas y máximas genera que los hogares más pobres apliquen el tipo efectivo de cotización más elevado y, en cambio, el gravamen menor se encuentra entre el 1% más rico".