El barrio de San Blas cuenta desde ayer con un nuevo mural en sus calles, esta vez de reivindicación contra el acoso escolar, una lacra tristemente de actualidad. Los autores han sido medio centenar de jóvenes de los barrios de La Alberca y San José Obrero, quienes participan de manera habitual en los programas de calle llevados a cabo tanto por el Ayuntamiento como por el Centro de Atención al Menor de Cáritas y Menesianos.

Todas estas asociaciones se han unido para plasmar en un original grafiti uno de los problemas que más afecta a la juventud actual, en un original mural que ha sido fruto de los bocetos previamente presentados por los participantes y que el artista Alberto Molina se ha encargado de aglutinar para ofrecer el resultado final. "Se habla de un problema grave, pero en positivo", apunta desde el Ayuntamiento el educador social Lorenzo Salamanca.

Trazos con mensaje

Tras los primeros trazos realizados por Alberto Molina, era el turno de que los otros artistas, jóvenes de entre 13 y 17 años, tomaran las riendas y cogieran los botes de espray para colorear esas líneas en negro sobre un fondo blanco preparado para la ocasión y trasladar del papel a la pared sus ideas sobre cómo reflejar el acoso escolar, que alguno de ellos también ha sufrido. "El bullying está escondido, oculto, y de esta manera se pretende sacar a la calle. Ahora mismo hay algunos tipos de acoso que ni siquiera son reconocidos por los propios jóvenes. No son conscientes de que lo están sufriendo y les cuesta hablar de ello", apunta Rubén Iglesias, coordinador de los programas de calle de Menesianos. "Hay que estar alerta, denunciar este tipo de acoso y este mural puede servir para que el tema se haga más presente", añade.

Su compañero Luis Alberto Villablanca, del Centro de Ayuda al Menor (CAM) de Cáritas, reconoce que este tipo de actividades "son las que más les gustan. Y en este caso, también se trata de concienciar, que es algo muy positivo y también necesario", añade.

Valora además muy positivamente la implicación de los jóvenes. "Nos dieron un montón de ideas y creo que les gustará ver su propia creatividad reflejada en una pared. Es algo que les llenará seguro de orgullo y además servirá para que se pueda hablar del tema del acoso escolar, que es algo que también les preocupa a ellos".

Los participantes compaginaron la pintura con un triangular de fútbol sala en las pistas deportivas cercanas para luego, tras dos horas de creación y juegos, reponer fuerzas gracias a una merienda, a la sombra, ofrecida por Eroski. Una original manera de pasar una tarde de convivencia compartiendo aficiones y experiencias y con la moraleja del apoyo expreso a aquellas personas, algunos compañeros, que todavía sufren acoso escolar.

"Es una forma de realizar una actividad dentro de nuestro trabajo diario con la infancia y la juventud de la ciudad que sirve además para trasformar el entorno, a través de una expresión de su creatividad", valora Salamanca. Una experiencia que, tras el buen resultado, no se descarta poder realizar en próximas ocasiones.