Está acusado de estafar 300 euros a dos hosteleros de la capital con la venta fraudulenta de un lavavajillas y de un teléfono móvil que nunca llegó a entregar a sus clientes, a pesar de recibir ese dinero de forma anticipada. El hombre, detenido por la Policía Nacional en Zamora, con numerosos antecedentes penales y buscado también en León por supuestas estafas del mismo tipo, quedó en libertad con cargos tras ser interrogado por el juez.

Al parecer, el hombre ofrecería a sus víctimas dispositivos electrónicos a un precio de oferta, les cobraba en mano o en ingresos parciales a cuenta, pero nunca hacía la entrega, según indica la Comisaría de Zamora. Cuando sus clientes le reclamaban los artículos o el dinero, les amenazaba con denunciarles por acuso, por vender droga o con que podrían acabar en el hospital. Se trata de un varón de 42 años de edad, cuyas iniciales son S.F.G., vecino de Ribadavia (Orense), acumula diversas imputaciones por estafas en León y en Zamora.