Ahuva Ho es una historiadora Israelí que ha querido conocer la ciudad en la que nació Alfonso de Zamora, personaje clave en la difusión de los textos hebreos en época de la expulsión. Licenciada en Historia Judía por la Universidad Hebrea de Jerusalén, Ahuva Ho ha trabajado igualmente como arqueóloga en Israel y ha publicado varios libros sobre filología hebrea y textos bíblicos. Impresionada tras "caminar mucho" por las antiguas juderías zamoranas, la profesora pide un esfuerzo en la divulgación del pasado y apoyo público al congreso que cada año organiza Jesús Jambrina, con quien ha descubierto los secretos de un tiempo lejano y apasionante.

-Durante varios días, ha recorrido la llamada Ruta Sefardí que une las juderías de la ciudad con el bosque de Valorio, ¿cuál ha sido su impresión?

-La sorprendente es que los zamoranos desconocen su pasado. Principalmente, porque no lo estudian en la escuela y eso no deja de extrañar. Zamora es un lugar con una rica Historia judía escrita por todas aquellas personas que vivieron aquí hace siglos y que esto no sea divulgado llama la atención?

-¿Qué diría que es lo más importante que debemos saber?

-La Historia? Los judíos estuvieron aquí al menos durante dos mil años. Es imprescindible conocer lo que hicieron, lo que aportaron y las increíbles personalidades que estudiaron todas las materias: ciencia, filosofía? Celebridades que son conocidas en todo el mundo y aquí todavía no.

-Usted ha hecho un profundo trabajo sobre Alfonso de Zamora, ¿quién fue este hebraísta?

-Alfonso de Zamora nació aquí y cuando tenía 18 años, en 1492, los judíos fueron expulsados de España. Se sospecha que pudo huir a Portugal, pero no existen evidencias de este hecho. En todo caso, muchos hebreos tuvieron que mudarse al país vecino porque, estoy convencida, pensaban que el edicto de los Reyes Católicos, iba a ser temporal y en unos pocos años podrían regresar.

-Se llevaron incluso las llaves de sus casas?

-Claro, porque salieron huyendo familias enteras, con sus niños, y pensaron que volverían. Viajar entonces no era tan sencillo como ahora, cuando puedes coger el tren o el avión. Dejar tu ciudad era algo traumático, muy duro. Por eso, muchos se instalaron en Hervás o a Béjar o en las montañas de Portugal, para ocultarse. Pero, ¿qué ocurrió allí? Reunieron a todos los niños y los bautizaron por la fuerza en público. Los padres no querían separarse de ellos, así que aceptaron ser bautizados también.

-¿Y cómo siguió la historia vital de Alfonso de Zamora?

-En 1506 estaba de regreso en Zamora y podemos encontrarlo en Salamanca más tarde. En 1502, el cardenal Cisneros se había propuesto crear la Biblia Políglota Complutense, se puso a buscar sabios judíos y conversos y encontró a Alfonso de Zamora, a Alfonso de Alcalá y a Pablo Coronel, quienes fueron los autores del proyecto.

-Supongo que fue un libro importantísimo?

-Mucho. He visto el original en Salamanca hace unos días y es un trabajo extraordinario. Alfonso se dedicó igualmente a hacer copias de otros libros que Cisneros quería enseñar?

-Pero al cardenal Cisneros no le gustaban los judíos?

-No le gustaban, pero ayudó a los conversos, les buscó empleo en universidades porque eran los mejores. No es que los quisiera, únicamente los utilizó porque eran muy importantes. Era un tipo listo.

-Zamora fue tierra de rabinos, ¿cree que es imprescindible que hoy en día los estudiemos?

-Sin duda. No solo había rabinos, sino también astrónomos, filósofos, científicos, doctores, muchos? Eran personas con mucho conocimiento y prestigio para Zamora. Y en el caso de Alfonso de Zamora, su aportación fue crucial para el país. Tradujo del hebreo al latín numerosos documentos y transmitió su saber a otros pensadores durante 39 años en Alcalá de Henares. Gracias a la Biblia Políglota y a la figura de Alfonso, estos estudiosos dispersaron el conocimiento y permitieron que el pensamiento hebreo fuera traducido a otras lenguas y llegara a toda Europa. El latín servía para controlar los textos y de esta manera, muchos europeos pudieron leerlos en sus propias lenguas y entenderlos por sí mismos. Esto fue una clave importantísima en el renacimiento del oeste europeo.

-¿Por qué cree que no se estudian en la escuela? ¿Existe una falta de interés por parte de las autoridades?

-No lo sé. Pregúnteles (ríe).

-¿Cree que debemos trabajar en la difusión de este saber?

-Absolutamente. Ahí están los ejemplos de Hervás o de Béjar, donde existe un museo y están orgullosos de su pasado judío.

-¿Le parece acertado abrir un museo aquí en Zamora?

-Sería muy importante, porque aquí hubo una brillante comunidad judía.

-¿A qué se dedica actualmente?

-Acabo de terminar un libro sobre Alfonso de Zamora y espero que sea publicado muy pronto. Quizá el congreso judío de Zamora sea un buen lugar para presentarlo. Anteriormente, he publicado varios trabajos, el primero fue sobre Filología y el segundo, acerca de los libros de profecías de la Biblia.

-¿Qué opina de la iniciativa, ya consolidada, de celebrar un congreso anual sobre el pasado sefardí de la ciudad?

-Es una bendición y creo que las autoridades locales deberían impulsarlo aún más. Por otro lado, me gustaría hacerle una reflexión. He caminado mucho estos días por las calles de Zamora y he observado muchos símbolos nazis en las paredes. ¿Qué hace la ciudad en este sentido? No hay ningún judío aquí y se percibe odio hacia lo judío, ¿puede alguien explicármelo?

-Usted vive en Estados Unidos actualmente, ¿está al corriente de lo que ocurre en Israel?

-Por supuesto, estoy al corriente de todo lo que ocurre en Israel, me sigo sintiendo israelí.

-¿Su país natal está más tranquilo ahora?

-Israel nunca ha estado tranquilo.

-¿Y cuál es la situación para los judíos en Estados Unidos?

-Nos sentimos completamente integrados. Soy una americana orgullosa y una judía contenta de serlo. No choca una cosa con la otra. Por otro lado, he detectado que existe un sentimiento en contra de Israel en las universidades de aquí y mucho apoyo a los palestinos.

-¿Seguro?

-Sí, y no lo entiendo.

-¿Y qué opina de la gente que niega el Holocausto? No sé si sabe que un popular presentador radiofónico, Javier Cárdenas, ha llegado a decir que Hitler no fue un dictador?

-Yo le escuché eso a un profesor americano, un buen chico, de izquierdas. Mahmud Abás, el presidente palestino, dijo en la presentación de su doctorado precisamente eso, que el Holocausto nunca existió. ¿Qué espera entonces?

-Cuando un judío escucha estas cosas, ¿qué siente?

-Lo siento por ellos, son gente estúpida.

-¿Tiene pensado volver a Zamora?

-Eso espero.

-Quizá para uno de los congresos?

-Sería una buena ocasión, sí.