No es la primera vez que la actividad privada de Carmen Luis Heras durante su etapa como delegada de la Junta de Castilla y León suscita polémicas. En el año 2000, el mismo en que se ponía en marcha Hermi Limited en las islas Vírgenes, constituyó otra empresa, El Plantío 2000, también junto a su esposo, Antonio de Castro Fito, dedicada a la producción de energía solar. El PSOE denunció una presunta trama en la que habría sido decisiva su influencia en la Junta para que huertos solares a nombre de un tercero, un socio que figuraba como administrador de El Plantío 2000, recibieran la correspondiente licencia de funcionamiento. Por aquel entonces, los procuradores socialistas Manuel Fuentes y Ana Sánchez exigieron que la Junta aportara la declaración de bienes de la que ya era vicepresidenta de las Cortes de Castilla y León. La Junta no consideró entonces la petición, ya que la investigación sobre la trama solar, que salpicó a altos cargos populares y que sigue pendiente de juicio, concluyó que, en este caso, no existían pruebas de la existencia de irregularidades en la concesión de licencias.