Caprichosa, imprevisible, fortuita. Así es la enfermedad de la esclerosis múltiple, que ha ganado a pulso llamarse "la enfermedad de las mil caras". Su evolución es inesperada y cuando da la cara puede quedarse en un brote aislado o, por el contrario, desembocar en la silla de ruedas. La inquietud que provoca la enfermedad la conoce bien el propio Andrés Campos, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Zamora, para quien la presidencia es mucho más que un cargo, ya que él padece la enfermedad. Como socio antes que cabeza visible del colectivo, aboga por el asociacionismo, "al que muchos temen porque no quieren verse reflejados en la gente que está en un grando avanzado de degeneración". Sin embargo, "nunca sabes, esta enfermedad es caprichosa y los brotes son impredecibles".

Los brotes. Esos grandes enemigos del enfermo "porque igual te afectan a un brazo o a una pierna como puedes llegar a perder la visión". Los episodios pueden durar unos días, "pero también meses". Pueden evidenciarse en forma de pérdida de fuerza muscular o visión borrosa, pero también en dolor y problemas de equilibrio. Cada caso "es único, diferente", reproduce.

Alrededor de 200 personas sufren esclerosis múltiple en Zamora y la mayoría son mujeres, según los datos que maneja la propia asociación que les representa. El colectivo celebró ayer el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple con unas jornadas celebradas en la Alhóndiga en las que hizo las veces de anfitrión el propio presidente de la asociación, Andrés Campos, que pone el acento en el servicio "integral" que ofrece la agrupación, al abarcar todas las áreas y llegar "no solo al paciente sino también a los familiares".

La investigación de células madre es la esperanza de quienes padecen la dolencia pero, mientras la ciencia no encuentre la tecla, hay que hacer frente a los brotes. Aunque no existe una cura para la esclerosis múltiple y se trata de una enfermedad crónica que, una vez desarrollada, se padece de por vida, existe esperanza, ya que estas investigaciones "cada vez avanzan más", explica Andrés Campos Fernández, presidente del colectivo en Zamora, cuya asociación cumple este año sus dos décadas de vida. Mientras la cura llega, la rehabilitación y los tratamientos para ralentizar la enfermedad son la principal baza de los pacientes y de sus familiares, que también sufren la dolencia en la sombra.

Su diagnóstico no es fácil a veces y a menudo no es concluyente una única prueba. El proceso puede ser largo y suponer un reto para el profesional. Todos los síntomas de la esclerosis pueden ser leves o graves, breves o persistentes. En algunas personas pueden empeorar con determinados estímulos como el calor o el estrés.