La primera opción que manejaba Unicaja para empezar a cotizar en bolsa, que era precisamente hacerlo durante este mes, está casi totalmente descartada. No obstante, fuentes de la entidad malagueña han asegurado que, de no darse las circunstancias que se consideren oportunas, la operación volvería a intentarse después del verano. Incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de que la operación no cristalice a lo largo del presente año para buscar mejores oportunidades y un valor más alto para la acción. Este extremo, al que la entidad llegaría si no hubiera más opciones -pues está convencida de mantener sus compromisos- tendría que tener el visto bueno de los bonistas de Ceiss y de la Unión Europea.

El procedimiento está ya preparado y los asesores para la operación -encabezados por Rothschild- ya están elegidos. También lo están los bancos colocadores, entre los que está BBVA o Nomura. No obstante, la entidad tiene claro que no quiere "malvender las acciones" y que, en ningún caso, se va a debutar en el parqué bursátil para perder dinero. El valor de la acción, en este sentido, aún no ha sido fijado y lo cierto es que la incertidumbre política del país tampoco ayuda para que los plazos se aceleren. En el banco andaluz subrayan que todos los plazos pactados con Bruselas se han cumplido y que todos los procedimientos que hasta el momento se han llevado a cabo han sido comunicados de forma pública.