Casi uno de cada diez euros de la Diputación va destinado a mejorar la calidad de vida de los vecinos de los pueblos a través de la producción de bienes públicos de carácter preferente. En este apartado, figuran todos los gastos realizados por la institución provincial en relación con la sanidad, la educación, la cultura, el ocio, el tiempo libre y el deporte. Así figura en el reciente informe "Coste y utilidad de las diputaciones provinciales: claves para un debate necesario" impulsado por la organización "¿Hay derecho?", un estudio polémico en el que, en el caso de Zamora, computan un ahorro de alrededor de 70 millones de euros a medio plazo con la supresión de la institución.

El informe plantea que la producción de bienes públicos de carácter preferente, es decir, todos aquellos tendentes a elevar o mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, conlleva el desembolso anual de 20 euros por habitante, según el informe. Zamora se sitúa en la mitad baja de la tabla, pero por delante de otras provincias de Castilla y León como Valladolid, que apenas dedica 13 euros por habitante. En el ránking nacional, la Diputación que menos dinero invierte en la calidad de vida de sus vecinos es la de Málaga, seguida de la de Cádiz, Alicante, Huelva y Córdoba. Por el contrario, en la parte alta de la tabla de diputaciones se encuentran las instituciones provinciales de Lérida, Castellón, Valencia y Palencia, la primera castellana en invertir mayor cuantía, en este caso, casi 60 euros por cada ciudadano, el triple que en Zamora.

En términos económicos, el informe contabiliza también el gasto en la mejora de la vida de la población por municipio de menos de 20.000 habitantes. En el caso zamorano, la Diputación Provincial destina a cada localidad zamorana 14.833,6 euros de media, según el documento.

El informe deja a Zamora entre las que más ahorraría del país ante una hipotética supresión de las diputaciones, pero también deja en buen lugar a la provincia en cuanto a inversiones en servicios sociales. En cualquier caso, la propia presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, ha restado credibilidad al estudio -basado en todos los casos en los presupuestos del pasado año- y ha insistido una vez más en que los servicios al medio rural "peligrarían" si la institución dejara de existir, un escenario que colea desde que hace unos meses PSOE y Ciudadanos acordaron la medida ante un hipotético Gobierno conjunto.

La propia comisión de diputaciones provinciales de la Federación Española de Municipios y Provincias, donde Martín Pozo es vocal, ya expresó también su disconformidad con el estudio la pasada semana.

El informe "Coste y utilidad de las diputaciones provinciales: claves para un debate necesario" alude también a la eficiencia del gasto. La medida de este concepto utilizado por el estudio está determinada por la cuantía de lo que gasta la Diputación en su propio funcionamiento junto con el grado de externalización en la gestión de los servicios públicos que presta. El cálculo parte de los presupuestos de gasto de la institución provincial en las partidas de coste de personal, gastos corrientes y transferencias corrientes.

En este último caso, quedan fuera las subvenciones y ayudas otorgadas directamente a la ciudadanía, tales como ayudas de urgente necesidad. En el caso de la Diputación de Zamora, según el estudio, el gasto por habitante en estos costes supera los 230 euros. Este dato coloca a Zamora como la que más gasta en estos conceptos de todo el país, solo con Palencia, Segovia y Soria por detrás, con 250, 283 y 343 euros, respectivamente. Por el contrario, las que generan menos gasto por vecino son las instituciones de La Coruña, Alicante y Pontevedra.