Aunque el consumo industrial y comercial de la electricidad ha recuperado prácticamente los niveles previos a la crisis, el uso doméstico ha caído en picado en ese tiempo, un 17,4 por ciento, al pasar de los 3,9 a 3,2 millones de Mwh. En comparación al último año, el consumo de electricidad de los hogares se ha mantenido después de unos últimos ejercicios con caídas. La última tuvo lugar en 2014, con un descenso del 3,5 por ciento.

El menor consumo de electricidad en los domicilios de la comunidad ha estado relacionado con el momento de crisis pero también con un aumento de las tarifas de hasta el 60 por ciento y una mejora de la eficiencia energética. La ciudadanía cada vez está más concienciada con el ahorro energético y es habitual cambiar las bombillas incandescentes, halógenas o fluorescentes por iluminación LED. Lo mismo ocurre a la hora de comprar electrodomésticos ya que los usuarios buscan dispositivos eficientes energéticamente.

La demanda de luz entre los castellanoleoneses solo cayó a lo largo de 2015 en las provincias de Soria (6,8 por ciento), Segovia (3,8 por ciento) y Valladolid (0,7 por ciento). En el resto de territorios, hubo incrementos. Incluso, en algunos con aumentos considerables como fueron los casos de Zamora (más 2,5 por ciento).