El profesor, poeta e investigador Benito del Pliego participó ayer en el última jornada de "Encuentros puntos de fuga" en la biblioteca del Museo Etnográfico con una charla donde profundizó en la relación entre la migración y la poesía en autores como León Felipe.

-¿Cómo influye la emigración en la creación artística del tabarés León Felipe?

-Tremendamente en todos los aspectos que nos podemos imaginar. León Felipe estuvo afectado por la emigración en términos vitales y tuvo un reflejo en su escritura. Es una persona asociada a la emigración republicana del 39, pero que tiene emigraciones anteriores. En los años 20 estuvo viviendo en Guinea. Fue una persona que viajó con un grupo de actores ambulantes por España durante tres años y había viajado a México en 1923. Además vivió seis años en Estados Unidos y en Panamá un par de años. Tras la Guerra Civil regresó a México y se convirtió en el enlace de los republicanos con el mundo mexicano. A mayores al convertirse en un autor que tuvo gran reconocimiento en América Latina viajó varias veces por ese continente. Además el componen migrante se refleja en su obra.

-¿Cómo?

-Él hace una asociación entre su propia situación y la situación de los marginados. Se coloca como un marginado en la propia sociedad. Se sentía un marginado y lo refleja en varios poemas e incluso en muchos momentos parece que habla de él mismo. Es un extranjero en la perspectiva de los países así como en su presentación y posicionamiento en la sociedad. Además, los teóricos del influjo de la migración en la producción intelectual hablan de una serie de tendencias de su propia poética que enfatiza la mezcla de tradiciones de escritura a las que se rinden pleitesía mientras que a él le gusta hablar de ciertos referentes de la tradición pero su manera de hacerlo es siempre cuestionadora. Si te vas a determinados textos hay un gusto por la hibridación, una mezcla de elementos que tienen orígenes estéticos distintos como en los textos de años 20 donde por ejemplo utiliza el inglés como un elemento más y donde pone en duda visiones más castizas. Él busca elementos para abrir una línea de fuga liberatoria a través de la literatura.

-¿Ser el enlace entre los republicanos y la sociedad mexicana condicionó su poética?

-Lo que le dio fue una especie de misión utópica durante unas décadas que compartió con muchos republicanos, como Juan Larrea. Comparten una utopía americanista sobre el desarrollo de la humanidad, uno de los rasgos que estudiosos de las cuestiones del exilio tienden a subrayar.

-¿De qué manera ha influido en otros poetas que han vivido situaciones similares?

-No sé si puede hablar de influencia directa. Su figura se lee menos ahora entre los poetas actuales, pero fue una figura influyente en los años 20. Tuvo un encuentro fascinante con Lorca en 29 en Nueva York y le hizo de guía por la ciudad. Además, tuvo una repercusión en el ámbito de la república. En los años 50 fue el poeta español más influyente y reconocido en Latinoamérica.

-Para usted que da clases en Estados Unidos, ¿se aprecia más a León Felipe fuera más que en España?

-Yo creo que en España se le aprecia, hay un reconocimiento a su obra, pero no se lee,

-¿Por qué?

-Porque es muy difícil de clasificar su obra. La historiografía literaria se ha hecho excluyendo a los que no entran en las cuadrículas, ha habido una tendencia la simplificación y a excluir a las piezas distintas. Es un hombre que escribe de otra manera. Él abre una conexión entre la poesía latinoamericana y la española que tiene en cuenta piezas que no encajan en el organigrama oficial, lo que lo convierte en una figura estrictamente contemporánea.