Los plazos de ejecución para demoler el edificio semiderrumbado en la avenida de La Feria se acortan a diez días, según los datos facilitados por la propia empresa adjudicataria de las obras. Si bien la programación inicial apuntaban al 12 de junio como fecha máxima de conclusión de los trabajos, las previsiones del director facultativo apuntan a diez días para la duración aproximada de la demolición. Una vez coordinadas todas las partes para establecer las condiciones de seguridad y salud frente a personal y terceros, está prevista una retirada manual de la pared principal y de la cornisa del muro superior. A renglón seguido, los operarios procederán a retirar, también de forma manual, el retejo y el corte de vigas del tejado del edificio. Entre las etapas previstas, se encuentra la bajada del muro por fases hasta el primer forjado con la intención inicial, "si es posible", de finalizar la demolición mediante maquinaria. Los últimos trabajos previstos para concluir el proyecto de demolición son la retirada de materiales y su traslado a la planta de residuos así como el levantamiento de la tapia y el enfoscado de las paredes colindantes.

La empresa Lorenzo Casas S. A., adjudicataria del proceso de demolición bajo la dirección facultativa de Ángel Fernández y la coordinación de seguridad y salud de Dolores González, garantiza la "máxima agilidad" a la demolición. El primer paso fue la petición ayer al Ayuntamiento del enganche para la toma de agua de obra para poder refrescar el inmueble con objeto de minimizar al máximo las partículas de polvo que causará el derrumbe. El propio concejal de Urbanismo y Obras en la institución municipal, Romualdo Fernández, confirma que la empresa ya dispone del agua a la vez que garantiza el seguimiento de las obras por parte del Ayuntamiento.

La caída de parte del edificio ubicado en la plaza de La Puentica tuvo lugar el pasado 9 de mayo, cuando el derrumbe generó un fuerte estruendo y vibraciones en los vecinos del inmueble colindante, con el que comparte patio interior. El edificio, antiguo y deshabitado, cayó parcialmente por la mañana sin que se produjera ningún herido, aunque sí algún daño material en tres de los vehículos aparcados bajo la parte de la mediana que se vino abajo. El propietario asumirá el coste de los trabajos de demolición así como el abono de los daños materiales ocasionados en los tres turismos. Inicialmente, la institución local anunció que llevaría a cabo los trabajos de derribo de forma subsidiaria, si bien de inmediato la empresa titular de la casa derruida contactó con la institución local para mostrar su total disposición a asumir su responsabilidad y acatar la orden de demolición urgente. Las lluvias hicieron mella en la vieja edificación, que supera el siglo de vida y estaba construida de adobe y ladrillo.