El guardia civil atropellado ayer en Tordesillas cuando auxiliaba a un camionero era del barrio zamorano de San José Obrero, donde vivió con su familia hasta que ingresó en el Cuerpo y le destinaron fuera. De hecho, en esta zona de la capital todavía residen algunos de sus ocho hermanos y la noticia de su fallecimiento ha conmocionado al barrio, ya que son unos vecinos muy conocidos.

Dionisio Álvarez Nogueira, que tenía 56 años de edad y residía en Tordesillas, donde fue enterrado esta mañana, decidió hace un año mantenerse en activo, en lugar de pasar a segunda actividad como permite la Guardia Civil a los agentes que cumplen los 55 años.

El zamorano, motorista de la Guardia Civil, perdió la vida cuando ayudaba en la A-62, en las inmediaciones de Tordesillas, a un camionero al que se le había averiado el vehículo en ruta, momento en el que el conductor de un todoterreno lo atropelló al no percatarse de su presencia en la calzada. Según los datos difundidos ayer por el 112, el fallecimiento fue casi inmediato, puesto que sus compañeros anularon la petición de los servicios sanitarios, una UVI móvil, a los pocos minutos de haberlos solicitado.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Valladolid se lamenta la pérdida de su compañero, a quien recuerdan como un agente "trabajador, muy profesional y comprometido".

Álvarez Nogueira es el segundo guardia civil de Tráfico zamorano fallecido que muere en acto de servicio en los dos últimos meses, después de José Antonio Pérez Pérez, quien fue arrastrado varios metros por un turismo cuando el agente realizaba un control rutinario en Barbastro. El guardia recibió la Cruz de la Orden al Mérito de la Guardia Civil de manos del ministro de Interior Jorge Fernández Díaz.