Recién llegado de Irak, desde donde la semana pasada realizó su programa de radio, el periodista Ángel Expósito asegura que "cuando uno está tan lejos con problemas de gran magnitud, se te cae el alma a los pies y te das cuenta de que la situación política, económica y social de aquí es sencillamente patética, que no somos conscientes de lo que está pasando en el mundo y que nos dedicamos a una serie de sandeces de politiqueo cutre que es para matarnos".

De las actuales crisis por las que se está atravesando, para Expósito la más importante es la de valores y principios, que es muy importante en Europa y que está también afectando a España. Respecto a las otras crisis, la política y la económica, les resta importancia, sobre todo con la segunda, "porque al final es simplemente cuestión de ciclos", argumenta.

Para el periodista, la mencionada crisis de valores no tiene una causa concreta "sino que se debe a muchos años de un sistema educativo nefasto, a un desconocimiento absoluto de la historia y a una clase política totalmente corrupta y muy poco ejemplarizante", enumera. Con esta situación, Expósito considera que "todo esto, metido en una coctelera, junto con una Europa que no tira y que carece de todo liderazgo, provoca esta crisis de valores tan importante en la actualidad".

Y esa crisis de valores -"que no ha hecho más que empezar", según apunta Expósito- tiene imprevisibles consecuencias. "Las consecuencias económicas son la crisis y la corrupción, y las consecuencias políticas son la desconfianza y la aparición de populismos bolivarianos, mientras que las sociales son que estamos perdiendo el tren de por donde va el resto del mundo", apunta sobre la situación que se vive en los últimos meses en el país.

El presentador de La Tarde de COPE participó ayer en el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con una conferencia sobre "Un repaso periodístico por el mundo y por España", en la que analizó la situación actual por la que se atraviesa, con el paraninfo del Colegio Universitario como escenario, a través de su amplia experiencia como periodista.

Con este contexto político, social y económico, la objetividad de los profesionales no debe bajar la guardia, aunque Expósito reconoce que hacerlo de manera pura, "es imposible" y lo argumenta apuntando a que "uno tiene su corazoncito, su familia, su dinero y su ideología, que están también ahí cuando se hace una crónica o una entrevista". Para él no es más complicado que en otras épocas conseguir esa objetividad que se inculca en las universidades. "No es más difícil, tenemos un montón de temas y posibilidades, pero lo que hay que hacer sobre todo es ser críticos, analíticos e intentar ser objetivos para analizar todos los aspectos de la noticia", finaliza.