La capital es escenario durante estos días de dos demoliciones en antiguos inmuebles ubicados en La Feria y en la calle Sancho IV. En el caso de la plaza de La Puentica, los trabajos serán sobre todo manuales por motivos de seguridad y para favorecer la separación de residuos al término de la obra. No obstante, una máquina excavadora permanece desde el pasado martes en la plaza de la Puentica por si, al final del proceso de demolición, fuera necesaria su intervención. El primer paso ha sido rociar de agua el inmueble para mitigar al máximo las partículas de polvo que causan los trabajos. Durante los próximos días, los operarios retirarán la pared principal, la cornisa del muro superior y el retejo. La empresa adjudicataria de los trabajos prevé un plazo de ejecución de diez días, de modo que la próxima semana debería de estar completa la demolición. La empresa Lorenzo Casas S. A es la concesionaria, que garantiza "máxima agilidad" a la hora de demoler el antiguo edificio, un proceso asumido por la empresa propietaria del inmueble. Las últimas fases consistirán en la retirada de materiales y su traslado a la planta de residuos así como el levantamiento de una tapia y el enfoscado de las paredes colindantes.

Casi a la vez han empezado también los trabajos en una vivienda antigua de la calle Sancho IV, que ocasionó varios desprendimientos el pasado fin de semana. Los Bomberos de Zamora y la Policía Municipal cortaron el tráfico de la antigua calle Larga que, desde el domingo, permanece sin acceso al tránsito peatonal y rodado para garantizar la seguridad ante posibles nuevos desprendimientos. En este caso, el plazo de ejecución es más breve que en La Puentica, ya que está previsto la demolición de solo la planta superior, donde presentaba un hundimiento.

Otro de los desprendimientos en la capital que ha ocasionado el corte al tránsito de una calle se ha producido en la calle Sotelo, una pequeña vía que une la plaza de San Esteban con San Torcuato. La zona permanece acordonada después de que el pasado domingo uno de los inmuebles del tramo sufriera un derrumbe en una de las paredes interiores. Aunque en apariencia no reviste peligro, la Policía Municipal decidió acordonar la zona por seguridad y ante los problemas de inestabilidad que ofrece el inmueble hasta su reparación.