La oleada de robos en el medio rural, fundamentalmente en iglesias, que azota a la provincia durante los últimos meses "es una situación que excede lo asumible", a juicio del subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, que convocará para esta misma semana una reunión entre la Guardia Civil, y representantes del Obispado y los alcaldes de las zonas afectadas con el fin de recabar toda la información y tomar medidas que permitan acabar con el problema, entre otras intentando que los asaltos a los templos dejen de ser apatecibles a los ladrones.

García Bermejo indicó que los robos que se han cometido hasta ahora, sobre todo en Aliste pero también en Sanabria, hacían pensar a la Guardia Civil en la presencia de alguna banda que se desplazaba desde Portugal, entraba en un número de entre tres y cinco iglesias en una noche y volvía al país vecino. Sin embargo, los últimos golpes, situados más hacia el interior de la provincia, ya en la zona de los Valles de Benavente apuntan un dato que en principio no avalaría tal hipótesis.

El subdelegado del Gobierno explicó que "nuestro mundo rural se presta a ello", es decir, a que ocurran este tipo de sucesos, porque "son zonas muy vulnerables. Tienen poca población, sobre todo en época de invierno y con gente muy mayor". Por ello la preocupación de las autoridades es "absoluta" desde hace tiempo, y de hecho, apunta García Bermejo, se han incrementado las labores de vigilancia por parte de la Guardia Civil en las distintas localidades pero aún así es difícil evitar los robos. El hecho de que los ladrones opten por llevarse sobre todo dinero y objetos de valor, pero no toquen otros elementos integrantes del patrimonio, como cuadros o tallas, indica que quizá buscan un dinero fácil y rechazan hacerse con piezas difíciles de colocar.

En todo caso parece que la Subdelegación está dispuesta a implicar a todos los sectores afectados para intentar luchar más eficazmente contra esta oleada de robos en la provincia.