El presidente de los populares zamoranos tuvo que responder ayer en Zamora numerosas preguntas de los periodistas dirigidas a Fernando Martínez Maíllo en su calidad de vicesecretario de Organización nacional sobre distintos casos escabrosos que salpican a su partido. Maíllo fue claro en la defensa del ministro Alfonso Alonso o su compañero de vicesecretaría Javier Maroto: es un caso administrativo, pendiente incluso de recurso y ya archivado en vía penal". No salió sin embargo en defensa de otros nombres populares, como el del valenciano Juan Cotino ("respetamos la actuación de la Justicia") o Vicente Martínez Pujalte ("es algo de su vida privada, sin relación con el partido y es él quien lo tendrá que explicar"). Sí pidió explicaciones a Podemos para que aclare las informaciones que le vinculan con la financiación de "un Gobierno extranjero", como el de Venezuela, a través de una fundación: "No basta con hacerse el ofendido, hay que explicarlo".

La comparecencia de Maíllo poco antes del Comité Ejecutivo Provincial sirvió también para reivindicar el trabajo de los parlamentarios en esta corta legislatura, "Zamora ha estado más presente que nunca en España" y poner de manifiesto que la campaña electoral será austera y muy cercana, que se puede simbolizar con la imagen de Mariano Rajoy subido a un banco en Benavente para charlar con los ciudadanos.

Precisamente "el pacto con los ciudadanos" es el que busca el PP para ganar estos comicios, ya que es "la única alternativa a un Gobierno con Podemos".

Y sobre todo atizó verbalmente el mandatario popular a diestro y siniestro (más bien lo último), con frases como "votar a Rivera es votar a Pedro Sánchez", "Sánchez y Rivera no se van ni a rozar en la campaña, solo les falta hacer un mitin juntos", "el PSOE rescata ministros de los años 90, en plan NO-DO", y debería poner una silla vacía para Pablo Iglesias, "no estamos para redentores ni para experimentos" o "no podemos volver a la política del despilfarro, porque trae más paro y más pobreza".