Los grupos del PSOE e Izquierda Unida en la Diputación Provincial apuestan por promover un acuerdo para coordinar la actividad del Ramos Carrión y del Teatro Principal de Zamora al considerar que su nuevo modelo de gestión está basado en el lucro empresarial de la futura adjudicataria más que en la «rentabilidad social», término en el que insiste el portavoz socialista, Antonio Plaza. En este sentido, tanto Plaza como su homóloga de IU, Laura Rivera, hablan de una clara «privatización, la llamen como la llamen», en referencia a la «gestión indirecta» a la que alude en todo momento el equipo de Gobierno, después de que el miércoles la Junta de Gobierno aprobara el expediente.

Si bien el diputado Aurelio Tomás insistió en que el ánimo de la Diputación es el de «complementar y nunca de hacer competencia» al Teatro Principal de Zamora, al Reina Sofía de Benavente o al Latorre de Toro, según Plaza «es obvio que van a competir y es un gran error no compartir la gestión entre todos». Desde su óptica, «no hacerlo empobrece la programación a medio plazo y demuestra que el PP no tiene ningún interés real por la cultura».

Por su parte, Laura Rivera valora que «si queremos una programación estable y de calidad, el Ramos debería de tener una dirección técnica y otra política para que sea la propia institución la que decida qué hacer con un teatro que ha tenido una inversión tan grande». En este sentido, Rivera interpreta que «las decisiones no puede tomarlas una empresa privada que, como es legítimo, piensa más en su propio beneficio que en prestar un servicio público», sopesa la diputada de IU, en contra de la privatización de cualquier prestación.

Mientras, Ciudadanos se desmarca de la crítica de PSOE e IU en cuanto a la gestión y da «un voto de confianza» al modelo elegido por la Diputación, a pesar de que «en un principio éramos partidarios de una gestión directa, ya que creemos que hay técnicos y trabajadores cualificados para ello». Sin embargo, entiende que «su actividad debe complementarse con la del Teatro Principal sin que sean competencia entre ellos, sino complementos el uno del otro para intentar atraer a Zamora actos culturales y congresos que la conviertan en una ciudad referente».

Un día después de que el grupo popular haya dado a conocer algunos aspectos del pliego de licitación, los grupos de la oposición entran a valorar otras condiciones. Entre ellas, los 831.000 euros al año que costará la adjudicación. Plaza ve la cuantía «excesiva», que supone, a modo de comparativa, 200.000 euros más al año que el Teatro Principal, cuyo presupuesto global anual es de alrededor de 600.000 euros, según los datos del propio director, Daniel Pérez. Con respecto a los alrededor de 100 días de programación anual y el 10% reservado para los grupos de la provincia, Rivera estima que «es muy insuficiente». En referencia a la generación de ocho puestos de trabajo, David Carrión valora «de forma positiva» las contrataciones y, sobre todo, «lo más importante es que empiece a andar un proyecto tan importante como es el Ramos».

Daniel Pérez: «Solo Zamora y Valladolid tienen un coliseo privado»

El director del Teatro Principal de Zamora expone que «un teatro privado de estas características solo lo tienen Valladolid, con mucha más población, y Zamora en Castilla y León». En ese sentido, «hacerlo en una provincia con pocos habitantes y de bajo poder adquisitivo no creo que sea muy buena idea». Ante la situación que se avecina con la puesta en funcionamiento a finales de año del teatro Ramos Carrión, Pérez hace una reflexión: «¿Tengo yo que decir que una ciudad con los habitantes de Zamora, con el índice de vida que hay, un teatro de 600 butacas no va a entrar en competencia con otro de 300?», cuestiona retóricamente. No obstante, se limita a defender que el Teatro Principal «está volcado al servicio público» e ironiza sobre el hecho de que «muy buena ha debido de ser la gestión del Principal para crear un público que dé para tanto».

El teatro Ramos Carrión, después de varios años de obras y a la espera de recibir el próximo mes los trabajos restantes, echará a andar en el último trimestre de este año, después de que la Junta de Gobierno de la Diputación haya aprobado el expediente de contratación para adjudicar la gestión de la infraestructura. La concesión implicará la explotación integral de todos los espacios, tanto del propio teatro como del área de exposiciones y resto de salas polivalentes, más adecuadas para el aspecto congresual.