Ha sido una semana llena de experiencias bajo el paraguas del francés, segundo idioma que estudia este grupo de alumnos de 4º de la ESO de los institutos Claudio Moyano y María de Molina. Siete días en la localidad de Quimper, en la región de Bretaña, donde han convivido como un vecino más, haciendo vida familiar, acudiendo a clase y conociendo nuevos lugares gracias a las múltiples excursiones.

Devolvían así la visita a sus compañeros franceses del Lycée Auguste Brizeux, que estuvieron en la ciudad el pasado mes de diciembre, donde fueron acogidos en las casas de los estudiantes zamoranos. Ahora eran ellos quienes abrían las puertas de sus hogares, una viviendas «que no tienen nada que ver con las nuestras. Son muy grandes, unifamiliares, con jardín, varios pisos y alejadas de la ciudad», describe Paula Ramos Martín. Su compañera del Claudio Moyano, Natalia Reguera Alfonso, añade que lo mejor de esta experiencia «ha sido poder descubrir otra cultura y otra gastronomía, viviendo en un entorno totalmente diferente al tuyo».

Lejos de quedarse como una materia residual, el francés sigue en auge en la actualidad, tal y como defienden las profesoras que imparten esta materia en ambos institutos. «Es cierto que asignaturas como Informática o Inglés son básicas, pero el hecho de saber francés abre muchas puertas», asegura Teresa Figal, docente en el Claudio Moyano. Así la apoya su compañera Teresa Ramajo. «Francia es la segunda potencia económica de Europa y la quinta del mundo y no solo se puede trabajar con este idioma en turismo u hostelería, sino que cada vez el país vecino solicita más profesionales de la rama sanitaria o agroalimentaria», pone como ejemplos. Desde el María de Molina, Marie Rey apostilla que con esta asignatura en el instituto «los alumnos tienen mucho ganado».

Valora también Figal la facilidad de su aprendizaje. «Es un idioma muy rentable, porque los chicos son capaces de defenderse muy bien cuando terminan bachillerato. Los años de instituto son suficientes para tener un dominio del idioma bastante aceptable», asegura.

Y por ese camino van estos alumnos. Paula Melado Barba, del María de Molina y que lleva desde 6º estudiando este idioma, apunta que es una asignatura «muy bonita, a la que además le veo futuro. Y siempre es bueno saber varios idiomas». Por su parte, su compañero Emilio Ferrero García también defiende la «utilidad» del francés. «Te permite viajar con mayor comodidad, te abre muchas puertas laborales», subraya, mientras ya está preparando su vuelta a Francia este verano. «Esta experiencia ha servido para evaluarnos a nosotros mismos, ver en qué fallamos y que es lo que mejor sabemos», valora para finalizar.