El equipo negociador de la Policía Nacional de Valladolid consiguió ayer que un joven de 37 años de edad con una enfermedad psiquiátrica, armado con dos cuchillos, abriera la puerta de su domicilio sin que los agentes de la Comisaría de Zamora, asistidios por la Unidad de Intervención Policial de Valladolid, tuvieran que emplear la fuerza. El joven, a quien el experto mediador logró convencer para que desbloqueara la puerta de entrada a la casa, fue reducido en el interior del domicilio familiar, situado en la calle de Villalpando, sedado y trasladado al Hospital. Antes, dos agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Zamora trataran de convencerle, sin éxito, de que se entragara, de hecho, uno de ellos fue alcanzado en una mano por uno de los cuchillos que portaba, sin que la agresión tuviera mayores consecuencias gracias a los guantes de protección que llevaba. Los agentes le redujeron en la cocina, hacia donde huía con un cuchillo escondido en su espalda, cuando les vio entrar.

Los padres del joven, que llamaron a la Comisaría de Zamora, habían salido ya de la vivienda cuando llegaron los agentes. Y el martes, ya pedieron ayuda a la Policía Nacional, si bien "se le tranquilizó", explicó el comisario jefe de Zamora, Clemente Castaño, quien explicó ayer que no es el primir incidente que se produce con este joven, cuya actitud se explicaría porque interrumpe el tratamiento para controlar su enfermedad mental y porque podría haber consumido algún tipo de estupefacientes.