Alberto Garzón y Pablo Iglesias sellaban el lunes su acuerdo con un abrazo en mitad de la Puerta del Sol de Madrid. Una imagen que difícilmente se podrá reproducir en la Plaza Mayor de Zamora con Miguel Ángel Viñas y Braulio Llamero como protagonistas. Pese a que las formaciones que lideran en la provincia concurrirán, previsiblemente, en confluencia en los próximos comicios, las diferencias son más que las similitudes cuando falta apenas mes y medio para la cita electoral. Lo son, al menos, de la parte de Izquierda Unida en Zamora, que es el partido que más lagunas ve a todo este asunto.

"Nosotros somos de programa, programa y programa. ¿Dónde está aquí el programa? No hay absolutamente nada". El coordinador provincial de IU, Miguel Ángel Viñas, explica sus razones para valorar el pacto con Podemos de manera negativa. "Tenemos que votar un preacuerdo en el que no existe el programa. Creo que deberíamos trabajar a día de hoy con, al menos, diez o doce puntos para poder llegar al Gobierno con garantías", analiza.

Braulio Llamero, secretario provincial de Podemos, se muestra más optimista. "Buscamos el desempate. Hemos conseguido estar con Izquierda Unida pero seguimos abiertos a aglutinar a quienes quieran acabar con esta política. Estoy seguro de que muchos socialistas verán en esta confluencia a la verdadera izquierda", explica.

Esa corriente positivista de Podemos no encuentra su sitio dentro de Izquierda Unida, donde casi el 60% de los militantes y simpatizantes votaron "no" a la confluencia con el partido de Iglesias durante la consulta de la semana pasada. "Hay gente muy optimista, pero los que llevamos ya unos años en política sabemos que las decepciones existen", comenta.

Entre todas las divergencias, solo hay un punto donde IU y Podemos se ponen de acuerdo: "acabar" con el PP. "Queremos sumar para derrotar a la política neoliberal del Partido Popular", indica Llamero. "Entiendo que el acuerdo está hecho para sumar y acabar con la política del PP y de la corrupción", apunta Viñas. Una derrota que pasa por ganar los 2.500 votos que les faltaron conjuntamente el 20-D para conseguir un escaño.