Otra de las principales preocupaciones de los vecinos del barrio es la situación en la que se encuentra el depósito de agua en el barrio. "La seguridad es mínima, porque son unas trampillas cerradas con un candado, accesibles para todo el mundo que quiera y que, en más de una ocasión, nos hemos encontrado abiertas", asegura el portavoz de la asociación de vecinos.

"No aporta beneficios, más bien todo lo contrario. El agua se sale de él por su propio peso, de ahí que pensemos que sea una de las posibles causas de la baja presión", analiza Martínez.

La ubicación del tanque de agua es otro de los problemas que añaden a esta instalación. "Está a nivel del suelo, en una tierra de labor, a la que, evidentemente, echan productos químicos. A todo ello hay que sumar que está junto al cementerio", agrega.

Por último, el miembro del colectivo relata que todos los vecinos han sido testigos alguna vez de que hay fisuras en el tanque y filtraciones, "aunque se nos intente tranquilizar diciendo que son de dentro hacia afuera y no al revés, extremo que cuesta comprender", razona Alfonso Martínez.