Tan "utópica" como necesaria, la dotación de un nuevo edificio para albergar los órganos judiciales vuelve a centrar las reivindicaciones materiales expuestas ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Un edificio para albergar los once juzgados ubicados en la capital, la Audiencia Provincial, la Fiscalía, el Decanato, la Clínica Forense, las dependencias de Comunicaciones y del equipo técnico de Menores.

En su memoria anual, el presidente de la Audiencia de Zamora, Jesús Pérez Serna, incide en la precariedad y complejidad de unas instalaciones que no fueron diseñadas para albergar las dependencias descritas, sino el resultado de la unificación de la sede que en su día fue del Tribunal provincial y del inmueble destinado a los juzgados de Primera Instancia de la capital, cuando estos solo eran tres y el Penal, hace poco más de 20 años. Entonces, la Fiscalía contaba con tres fiscales, frente a los nueve actuales; el único Juzgado de Social se mantenía en la avenida de Requejo; y la competencia de Menores recaía sobre un magistrado de la Audiencia.

La integración de ambas edificaciones fue progresiva, con la creación del cuarto y quinto órgano judicial, del específico de Menores (que se mantiene en la calle de Regimiento de Toledo), del Contencioso, del segundo de lo Social y sede del Colegio de Procuradores fue posible solo por la adecuación de espacios que ocupaban las viviendas del presidente y la Audiencia y del fiscal jefe.

Esta sucesiva ampliación de unos espacios no construidos expresamente para dependencias judiciales explica la laberíntica estructura de dos edificios en los que entrar resulta fácil, pero una auténtica suerte de astucias el localizar la oficina a la que se quiere llegar y las puertas de salida. El enredo de pasillos y estancias es tal que ni los funcionarios conocen los vericuetos para moverse con agilidad por ellas, que, desde luego, no están preparadas para instalar la nueva Oficina Judicial que concentrará los juzgados.

Es más que frecuente encontrar a usuarios perdidos en los angostos y largos pasillos, dando vueltas para llegar a tiempo a un juicio en busca de la sala de vistas o para abandonar el Palacio de Justicia, en la calle del Riego. Tampoco resulta fácil acceder a los juzgados desde la Audiencia, con entrada por la plaza de Zorrilla, en cuyo vestíbulo principal dos accesos a escaleras conducen a diferentes niveles del Palacio de Justicia, donde existen otras escaleras interiores, las que llevaban a las viviendas privadas que hubo en su día. En la actualidad, transformadas en las de emergencia, dispuestas para desalojar ambos inmuebles.