El déficit de personal que existe en la Comisaría de Zamora, de 22 policías nacionales, redundará en un descenso de la seguridad en las calles al ampliarse los turnos de trabajo de cinco a once, aunque el número de agentes continuará siendo el mismo: once por cada servicio, denuncia el Sindicato Unificado de Policía (SUP) que representa a la mayoría de este personal de escala básica.

La redistribución del trabajo conlleva que "se pierden dos funcionarios por turno", manifiesta el secretario provincial del SUP, Carlos Aller, "existe menos policías en la calle y más inseguridad, un servicio más precario y con menos capacidad de respuesta ante posibles incidencias", además de "descontento entre los compañeros y compañeras".

El responsable del sindicato lamenta que no se haya tenido en cuenta su propuesta de ampliar los turnos solo en uno más para pasar de los cinco que había a seis, "es mucho más fácil organizar al personal así que al distribuirlos en once". A este hándicap se añade el derivado de la organización de las vacaciones.

La unidad de Seguridad Ciudadana será la más perjudicada por esta medida que pretende ajustar la jornada laboral de los policías para evitar el exceso de 380 horas anuales que se venía registrando por agente.

La incorporación próxima de ocho agentes entre junio y julio no contribuirá a mejorar este desequilibrio entre necesidades y plantilla, puesto que "solo en este año habrá entre siete y diez jubilaciones", aclara el responsable del SUP, en el que se integran 60 funcionarios de escala básica, sobre los que recae fundamentalmente este reajuste de las jornadas laborales con "miniturnos". La falta de personal es tan acuciante que "ahora no hay mandos intermedios y las categorías inferiores tienen que asumir responsabilidades superiores, de modo que hay inspectores en lugar inspectores", denuncia Aller.

La oficina de denuncias verá también restringido su horario nocturno. "El funcionario no permanecerá en la oficina, sino que se le llamará cuando llegue un ciudadano a denunciar, habrá uno de turno de guardia y quien denuncia tendrá que esperar a que llegue el funcionario", apunta Aller.

Pero no serán estos los únicos servicios sobre los que repercutirá esta reordenación, "el grupo de conducciones de detenidos a los juzgados, que funcionaba al margen de lunes a viernes, se han incorporado a estos turnos de la Comisaría". De este modo, los coches patrulla de Seguridad Ciudadana que estén recorriendo las calles tendrán que dejar esta tarea cuando sea preciso trasladar a los arrestados o de presos, abunda Aller.

"La seguridad de edificios públicos también se verá afectada, así como el servicio de calabozos o el 091", prosigue el sindicalista, que explica que, "al no haber personal suficiente, hay que adecuar la plantilla de 135 policías" a las necesidades de trabajo existentes.

Esa adecuación viene obligada por las exigencias de la Unión Europea para compensar las horas de más que realizan los agentes nacionales -con noche y festivos. La Dirección General de la Policía lo ha resuelto con la ampliación de turnos, medida que lejos de permitir un consenso con una mayoría cualificada, dividió a los sindicatos integrados en el Consejo de la Policía, empatados entre los que no admitían la propuesta de la Dirección General, entre el SUP y ASP, y los que sí.