Formado en la Escuela de Restauración de Madrid, Manuel Jiménez (1980) accedió durante tres años consecutivos a una beca de especialización en orfebrería en el Instituto del Patrimonio Cutural de España (IPCE), un paso definitivo para ser uno de los profesionales que interviniera la Custodia de Toledo.

"Lo más habitual es trabajar la escultura en madera, piedra o marfil. No es muy habitual hacerlo en orfebrería, pero a mí siempre me interesó", explica Jiménez, quien reconoce en la recta final de los trabajos que "no se puede aspirar a trabajar en una pieza mejor", en referencia a la Custodia de Isabel de Castilla. Igualmente, la obra maestra de oro ha unido en la ciudad imperial a dos zamoranos, el propio Manuel y Adriana Vaquero.