Son nueve semanas de prácticas en centros escolares de Zamora o Salamanca las que realizan los estudiantes de Magisterio en su cuarto año de carrera, pero estos alumnos han tenido la suerte de desarrollar cuatro de ellas en centros de educación infantil y primaria de Coventry, en Reino Unido. Se trata de un grupo de siete jóvenes que estudian la mención de Inglés y que acaban de regresar de una experiencia que ha supuesto una "inmersión total, tanto en el centro escolar como en una familia", señala el profesor de Magisterio Ramiro Durán.

Los alumnos destacan sobre todo que los centros escogidos para las prácticas les tratan desde el primer momento como profesionales de la enseñanza "y ellos ganan mucho tanto en confianza como en autoestima y en capacidad para afrontar su futura labor".

"Es una posibilidad única de poder conocer un sistema educativo muy diferente al nuestro desde dentro. Pasan un mes aprendiendo del sistema británico, que tiene cosas muy distintas, y así desarrollan la capacidad de comparar y ver los puntos positivos y negativos entre ambos sistemas. Además, también les sirve para desarrollar su autonomía personal", resume el profesor sobre los beneficios de esta beca.

Estas becas, que se otorgan según el expediente y nivel de conocimiento del idioma, comenzaron hace más de quince años de la mano de Graham Thonson, aunque las condiciones han ido mejorando a lo largo del tiempo. "Al principio los alumnos se pagaban todo, después los ministerios de Educación inglés y español financiaban a medias y actualmente es la Escuela de Magisterio la que se encarga de las siete becas", explica Durán.

Una experiencia que para muchos termina siendo una puerta al empleo, puesto que todos los años hay algunos que "consiguen un trabajo en alguno de los centros extranjeros en los que hacen prácticas", asegura Durán.