En sus creaciones emplea tanto el tetracero, usado en la construcción, inoxidable y maderas, fundamentalmente de boj. Sus obras parten de su imaginación. "Tengo una idea y la comienzo a desarrollar sin dibujos, ni bocetos", comenta Paulino Crespo Calvo, conocido como "Liche", nombre que le puso su abuela siendo un niño.

Su estudio, situado en una nave del polígono de San Jerónimo, está repleto de esculturas, muchas de ellas de grandes dimensiones e inspiradas, en muchas ocasiones, en capítulos de la historia de la humanidad e incluso de la historia de su Zamora.

Este hombre, natural de Pobladura de Aliste, ha optado por la forja en frío porque "a las manos no las deben de sustituir ni máquinas ni ninguna tecnología", dice.

Liche, quien en su quehacer profesional conjugó soldadura o la calderería, doblega con sus manos el tetracero u otros metales valiéndose solo de un tornillo de banco, una pequeña máquina para soldar, una radial y un taladro. "Para trabajar me da igual el material aunque el acero precisa de más transformación y la madera tiene su propio encanto. La veta transmite muchas sensaciones", atestigua. "Cada piezas son horas y horas de labor", comenta restándole importancia a la jera efectuada desde hace varios lustros.

Entre sus obras figuran una puerta toda en acero que pudiera ser la puerta de una vivienda, o una lámpara de madera sin pasar por alto unos cómodos asientos en boj. Estas piezas con tintes más prácticos contrastan con las de inspiración histórica, como una escultura donde homenajea a la historia de Zamora y donde están presentes una cabeza que alude al burro zamoranoleonés, las franjas de las bandera de Zamora o el propio Viriato, "un bravo guerrero" defiende Liche quien se reconoce "admirador de esas gestas que han pasado a la historia".

Otra de sus obras que captan la atención del visitante es "Árbol de la vida", donde combina la madera y el inoxidable, material en el que ha hecho tanto el rostro de la diosa guerrera a la que le ha unido el busto de una mujer en cinta, en madera vaciada, y a la que ha engalanado, entre otros elementos, con una hebilla de cinturón reconvertida y con cadenas realizadas por él. "Todo este trabajo supone una satisfacción personal, yo disfruto cuando quien ve mi obra disfruta pues no son las piezas que habitualmente se vean", explica este autodidacta que costea de su bolsillo el material que emplea.

Liche, quien ha presentado sus piezas en exposiciones en Burgos, Vitoria y Logroño, ahora quiere dar a conocer sus creaciones en un espacio público para que toda la población tenga acceso. "Mi obra quiero que sea vea en un expositor público abierto a todo el mundo". Es consciente de que limitaciones de las instituciones de la capital por lo que "si no logro nada, iré a pueblos cercanos hasta llegar a mi Pobladura natal", atestigua

Sin dejar a un lado el objetivo final de mostrar toda su producción, este hombre expondrá previsiblemente otoño algunas de sus obras en la ciudad. El tesón y la creatividad trasladados al arte.