Las redes sociales, los portales de Internet especializados, las páginas web de cualquier sector... todo vale a la hora de buscar un puesto de trabajo. Los zamoranos no son la excepción en ir más allá del reparto del currículum vitae en papel puerta a puerta. Según el último informe de Adecco, entre siete y ocho demandantes de empleo se inscriben a ofertas de trabajo a través de las red de redes, principal motor de búsqueda. A su vez, nueve de cada diez empresas utilizan Internet a la hora de reclutar talento y seleccionar a su plantilla. Acceder a las redes sociales para curiosear la vida diaria de quienes aspiran a un puesto de trabajo es una técnica habitual de jefes y empresarios, que encuentran en Internet un filón de información. Por este motivo, hay varias claves que ningún demandante de empleo debe descuidar si busca una ocupación: mantener los perfiles activos con actualizaciones y comentarios, y separar lo profesional de lo privado.

"TrabajoEnZamora" es un proyecto con su germen en Facebook que ya cuenta con su propia página web y una prevista aplicación móvil para encontrar un empleo. La iniciativa trata de convertirse en un instrumento útil para los zamoranos o aquellos que quieren encontrar un empleo en la provincia con una recopilación de todas las ofertas lanzadas en otras webs privadas o públicas. Electromecánicos, mecánicos, ingenieros industrial, asesores comerciales, diseñadores, auxiliares de enfermería, cocineros o terapeutas ocupacionales son algunas de las ofertas actualizadas de las que se hacen eco.

A pesar de que redes sociales al uso como Facebook a veces son un medio en el que expresar públicamente la demanda de búsqueda de empleo y confiar en el boca a boca, hay portales especializados para este fin. Linkedin es la red profesional con más seguidores a través de su espacio de interacción entre trabajadores que buscan oportunidades y empresas a la espera de ampliar sus plantillas. Sin embargo, hay muchos otros que también tienen su público como Freelancer, dedicado en exclusiva a autónomos; Friendsanjob, para aquellos que aún no han culminado sus estudios, sean del tipo que sean; womenalia, orientada a la consecución de trabajo para las mujeres; o Jobatus, un buscador que recopila todas las ofertas de portales de empleo del país para buscar opciones sin necesidad de cambiar de site.

Con nombre propio: La historia de Carmelo

A sus 53 años, se siente demasiado joven para sentarse a ver obras con los jubilados y demasiado mayor como para hacerse un hueco en el mercado laboral. Sin embargo, está sobrado de ganas para «trabajar donde sea, me da igual, solo quiero traer un sueldo a casa cada mes». Es el caso de Ángel Carmelo de María Medrano, un zamorano de entre los 16.000 parados de la provincia en busca de un empleo. Lleva en paro desde diciembre de 2011 y «ya es mucho tiempo sin hacer ni encontrar nada», reconoce. En la actualidad cobra 426 euros de la Renta Activa de Inserción (RAI), una ayuda para los desempleados con especiales dificultades para incorporarse al mercado de trabajo y en situación de necesidad económica que se comprometen a la búsqueda activa de trabajo. Sin embargo, a corto plazo la situación se recrudece: «El próximo mes dejo de cobrarlo y ahí empezará a ponerse todo aún más difícil, porque tengo dos hijos de 8 y 12 años, y si no fuera por la ayuda tanto económica como moral de mis padres y mi hermana no sé qué sería de mí», apunta el zamorano.

Durante más de dos décadas trabajó de ordenanza en varios institutos de la capital, Villalpando y Benavente, «pero aunque aprobé la oposición, no obtuve plaza y fui trabajando cada año hasta que me despidieron». Además de empleos previos como dependiente en tiendas de deportes y agente inmobiliario, De María Medrano es animador deportivo y exjugador del Zamora Club de Fútbol, donde fichó entre las temporadas de 1979 a 1987.

Aunque es consciente de que «no me puedo poner exquisito y aceptaría lo que fuera», el único hándicap con el que cuenta es que «no me gustaría alejarme mucho de Zamora porque supondría perder a mis hijos». Comparte la custodia con su expareja y «ellos están por encima de todo», sopesa. Aunque la desesperación a veces se adueña del zamorano, confía en que la suerte le sonría después de casi cinco años sin empleo y tras media vida de trabajo.