Miguel Ángel Rodríguez, más conocido como El Sevilla, volvió ayer a Zamora en solitario, sin sus compañeros de Los Mojinos, para dar a conocer una faceta más de su polifacética carrera. En el Teatro Principal este humorista presentó el espectáculo "Reflexiones del hombre lengua": un monólogo en el que abordó la teoría aristotélica de la felicidad y otros pensamientos filosóficos e hizo gala de su "don divino" de crear "pensamientos inútiles e intrascendentes" con el único fin de hacer sonreír.