Incentivar los nacimientos o las adopciones para potenciar los empadronamientos y fijar población en las entidades locales con menos de mil habitantes es uno de los objetivos del tradicional cheque bebé, que un año más pone en marcha la Diputación Provincial. La consignación para este año asciende a 100.000 euros que servirán para emitir ayudas de hasta mil euros para luchar contra el envejecimiento y la pérdida de población. La prestación también supone un apoyo a la familia, a la conciliación de la vida familiar y laboral, y a paliar los gastos originados por el nacimiento o la adopción de uno o más hijos.

La ayuda económica será de pago único y es compatible con otras subvenciones concedidas por el Gobierno central, la Junta de Castilla y León o el resto de administracones locales. Para acceder a las ayudas, los beneficiarios deberán de tener la residencia administrativa en cualquiera de las entidades locales de la provincia con menos de mil habitantes. Además, al menos uno de los beneficiarios titulares del libro de familia deberá de estar empadronado y residir de manera ininterrumpida en el pueblo antes del 1 de enero de 2015. El otro progenitor deberá estar empadronado en el municipio a la fecha del nacimiento del hijo por el que se tiene derecho a la ayuda.

La cuantía máxima de la ayuda asciende a mil euros, si bien las condiciones para obtener la cuantía máxima están muy definidas en la convocatoria, que se prolonga durante casi todo el ejercicio. En este sentido, la máxima puntuación se la llevarán aquellas familias que hayan tenido un parto múltiple o adopción simultánea, varios hijos en la unidad familiar y algún problema de discapacidad en el hijo que causa el derecho a la ayuda. En cuanto al nivel de renta de los beneficiarios, el máximo de diez puntos irá a parar a las rentas iguales o inferiores a 10.000 euros, teniendo en cuenta las sumas de las bases imponibles general y de ahorro previa a la aplicación del mínimo personal y familiar del IRPF de cada progenitor.