"Sobre Cervantes se han construido dos pilares: el nacimiento en Alcalá de Henares, para dignificarlo, y la identificación de El Quijote con La Mancha. Los dos son falsos". La postura del escritor leonés Santiago Trancón se inscribe en la del grupo de críticos con la "historia oficial" de Miguel de Cervantes, el maestro de las letras hispanas de quien su país apenas acierta a conocer sus orígenes y su lugar de nacimiento. Una verdad que sonroja cuatrocientos años después de su muerte, efeméride que se cumple este viernes, 22 de abril.

Supuesta partida de nacimiento de Miguel de Cervantes. L.O. Z.

En realidad, Trancón mete el dedo en la llaga de los misterios que rodearon al paladín de la literatura española. "Nunca podremos saber los orígenes de Cervantes porque él se esmeró en ocultarlos", expone el historiador. Pero, si de todos los enigmas que rodean al creador de El Quijote hay que elegir uno, no hay duda. "Es imposible autentificar la partida de nacimiento que lo sitúa en Alcalá de Henares". Trancón desmonta la atribución y lanza una teoría ya conocida, esta vez con un ámbito geográfico un tanto más extenso: "Pudo nacer en cualquier parte del antiguo Reino de León", apuesta.

¿Nació Cervantes en Alcalá de Henares? El escritor leonés censura que en el documento, "donde supuestamente aparece el nombre de Miguel, hay una abreviatura extraña que solo conocemos a través de una copia elaborada en el siglo XIX". Junto al "garabato" atribuido a la identidad del genio, quien transcribe el documento escribe "Miguel". Al lado, "Carvantes". Ni siquiera Cervantes. Trancón explica que Serrano, el bachiller que firma esta partida, rubrica otros 28 escritos con el nombre de Miguel "y en ninguna aparece una abreviatura semejante", y en otras tres figura "MGL". En resumen, donde debía leerse "Miguel" o "MGL" Cervantes, solo hay un garabato y el apellido "Carvantes".

¿Por qué Alcalá de Henares? Santiago Trancón expone que siglos atrás Europa "se escandalizaba" por el escaso conocimiento que los españoles tenían de quien consideraban "una especie de cómico". Cuando su figura trasciende y se le apoda maestro de las letras, en España "se le busca una cuna". Un lugar noble, con una de las primeras universidades del país? No hay lugar más adecuado que Alcalá de Henares. "La Universidad de Alcalá acaba de publicar un volumen solo para defender la autenticidad de la partida. Narra todas las peripecias del documento, pero por el camino hay tantas lagunas sin abordar que el libro acaba probando las dificultades de dar por buena esta prueba", ratifica Trancón.

No ocurre lo mismo con la fecha de su muerte. Cervantes falleció el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente. El dato viene registrado en el Monasterio de las Trinitarias de Madrid, donde recibió sepultura, varias personas acudieron al funeral y fueron ofrecidas dos misas por la memoria del difunto. La fecha llega poco después de que los investigadores creyeran haber dado con los restos del literato en la cripta del edificio. Con un montón de huesos envueltos y con varios siglos de antigüedad sobre la mesa de los forenses, un prometedor hallazgo se vino abajo poco después. Aquellas tachuelas que dibujaban las iniciales M. C. sobre una carcomida madera no respondían a la identidad del autor de El Quijote. "El material era muy posterior", precisa Trancón.

El otro "pilar" inventado, a juicio del historiador leonés, es tan polémico como de Alcalá. Cuando Cervantes habla de La Mancha en El Quijote... en realidad "describe un paisaje simbólico que nada tiene que ver". Esta es la especialidad de Trancón, quien ha estudiado casi línea por línea de la obra maestra de nuestra literatura con "ojos no amanchegados, libres" para descubrir que los topónimos y la referencia que utiliza el maestro se acercan más a la Tierra de Campos que a la estepa manchega.

Aquí el catálogo de misterios es tan prolífico como interesante. Los "desabridos" peces sin escamas de los que habla Cervantes "solo pueden ser lampreas", propios de la comarca de La Lampreana. Las aceñas que se multiplican en el curso de los ríos entre Valladolid y Zamora "no existían en el Ebro". Trancón precisa que en desde el décimo capítulo de la novela de caballerías "desaparece La Mancha y descubrimos altas montañas, riscos, valles, hayas, castaños, cedros?". Poco que ver con el paisaje manchego.

Las contradicciones históricas y el desconocimiento del magno escritor desembocan en una última realidad: la voluntad de Cervantes de ocultar sus orígenes y el nombre de sus padres. "Todo lo que conocemos del autor de El Quijote encaja en la mentalidad de un judeo converso, una persona que tuvo que luchar, enfrentarse a la marginación sin conseguir superarla", expone Trancón. Un señor con méritos en la guerra a quien se le negó viajar a las Indias y que acabó trabajando como recaudador, "un oficio propio de judíos", precisa el historiador. Para el escritor, los orígenes de Cervantes están en cualquier punto del Reino de León, pero "nunca podremos saber dónde nació porque su vida consistió en ocultar sus orígenes", añade.