"Es la síntesis de dos visiones que hablan de la ciudad, a veces coincidentes, otras muchas divergentes". De esta manera resume Francisco Somoza el libro que presentó ayer junto a Agustín Remesal en el foro del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA. "Recoge dos visiones paralelas de Zamora, una gráfica y otra literaria", completa el periodista zamorano, responsable de los textos de "Zamora insólita. Leyendas, hazañas y parajes".

No es la primera vez que esta pareja trabaja en un proyecto conjunto. Hace ya veinte años, cuando el periodista era corresponsal en Nueva York, Somoza le sugirió editar el pregón que había ofrecido en la Semana Santa zamorana con acuarelas suyas. "Yo soy solo el alumno, pero él es el catedrático, porque conoce cada rincón y piedra de la ciudad", apunta Remesal.

Fue hace dos años cuando este trabajo empezó a tomar forma. "Es un producto fruto de muchísimas conversaciones y este verano ya me puse en serio con el texto", explica el periodista, quien califica la parte literaria de "sentimental, lírica e imaginativa".

De esta manera, lejos que pretender ser una guía más de viaje por la ciudad del románico, en esta obra "se intenta hacer vivir los monumentos, las piedras, las historias, las anécdotas y las leyendas", enumera. Así, tras más de ocho meses entre documentación histórica, Remesal intenta, como él mismo indica "rascar para ver qué hay debajo de todo lo que ya se sabe de tan repetido". Por eso da su propia visión de episodios tan conocidos de la historia de la ciudad como el Motín de la Trucha. "Sé que hay mil versiones, pero yo doy la mía, no tan ceñida a la realidad, sino más creativa y sentimental", describe.

Junto a la historia, también se esconde entre la páginas del libro secretos que guarda la ciudad como el amor que tuvo Zorrilla con una joven zamorana "cuando vino a la ciudad a inspirarse para escribir Don Juan Tenorio", la mujer zamorana de Sagasta o las visitas de viajeros extranjeros para escribir de la ciudad. Sin embargo, Remesal reconoce que su rincón favorito está junto al río. "El Duero está un poco olvidado por los zamoranos", reivindica.

Del cuaderno al libro

En la parte pictórica, de sus habituales cuadernos de viajes Somoza ha hecho una selección de alrededor de 180 bocetos de diferentes lugares de la ciudad. "Muchos ya estaban elaborados, pero algunos otros se crearon para completar los argumentos de los textos", explica. "Es un verdadero acto de generosidad la cesión de estas pinturas", agradece su compañero.

Aunque Zamora es el modelo habitual de sus dibujos, el arquitecto asegura que no se cansa de estos paisajes. "Es una ciudad llena de sugerencias y de imágenes fantásticas. Aunque me ponga en el mismo lugar, nunca son pinturas idénticas, porque la luz, cada instante del día, cambia hasta la propia geometría de la ciudad", justifica.

"Zamora insólita. Leyendas, hazañas y parajes" ya está disponible en las librerías para aquellos que quieran descubrir la ciudad a través de los ojos literarios de Agustín Remesal y la visión pictórica de Francisco Somoza.