El exdueño de la conocida inmobiliaria Remesal y Salas acumula una nueva condena de cárcel, esta vez de un año y medio, por apropiarse de 42.196,53 euros que le entregó un cliente para la adquisición de siete plazas de garaje que salían a subasta judicial, a la que nadie presentó oferta, según consta en la sentencia de la Audiencia Provincial.

"Nos encontramos ante una distracción del dinero recibido porque no se le dio el destino" que se acordó, la adquisición al 50% de los aparcamientos privados, y "se desconoce qué hizo" el imputado, de iniciales M.S.B., con la cantidad indicada. Es más, los magistrados consideran "una alegación inadmisible" el argumento de que "lo invirtió (el dinero) en una operación inmobiliaria que resultó frustrada por la crisis inmobiliaria", afirmación que tenía como única finalidad que la reclamación del cliente no tuviera consecuencias penales, es decir, condena a prisión, y se quedara en una acción civil. Los magistrados califican la actuación del procesado como "especialmente reprochables" porque es la tercera vez que le condenan por el delito de apropiación indebida y recuerdan que tiene penas pendientes de cumplir de dos años y medio, confirmada por el Tribunal Supremo; y de cuatro años, recurrida. La sentencia se remite a sentencias del Tribunal Supremo para recalcar que cuando el procesado, como es el caso, actúa de modo que "se impida la devolución del dinero o el destino" para el que lo recibió es una "distracción típicamente punible", es decir, un delito.

El conocido empresario tendrá que devolver la cantidad a su cliente y los intereses correspondientes, y pagar las costas del juicio. El exdueño de Remesal y Salas puede recurrir el fallo ante el Supremo.