El nuevo edificio de la Escuela de Enfermería del Campus entrará en servicio en mayo con las primeras aulas y laboratorios y se da por seguro que albergará los exámenes de junio, antes de ponerse a pleno funcionamiento, a partir del curso que viene. Es la previsión realizada ayer por el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, durante el acto de entrega del inmueble por parte del Ayuntamiento, cuyo alcalde, Francisco Guarido entregó las llaves a la Junta en presencia de la vicepresidenta regional, Rosa Valdeón, quien durante su etapa de alcaldesa gestó y dejó lanzado el proyecto ya hecho realidad.

El caluroso recibimiento tributado por los 248 alumnos de enfermería (234 oficiales, 200 de ellos mujeres, más 14 Erasmus procedentes del Instituto Politécnico de Braganza) convirtió un acto protocolario en una suerte de inauguración oficiosa muy del agrado de las autoridades que se fueron encantadas con los parabienes y agradecimientos, profusos, durante el discurso de los delegados de cuarto y segundo cursos, Rocío Taboada Taboada y Daniel Fernández Pedruelo, además de los representantes lusos André Tiago Alves Pereira y Andreia Sofía Costa. El alcalde tuvo un gesto elegante con su predecesora a quien no dudó en colocar como gran artífice del proyecto, aunque reprochara a la Junta el retraso en recibir una obra finalizada desde noviembre. Deseó que la Escuela sea un elemento más de dinamización del Campus, tarea a la que animó a trabajar a todo el mundo.

Rosa Valdeón reconoció a su vez la incansable lucha de la directora de la Escuela, Marisol Sánchez Arnosí, mientras se quitaba méritos porque "lo único que he hecho ha sido estar en el momento y lugar adecuados". Relató las dificultades del proyecto, desde el traspaso del solar entre Universidad y Ayuntamiento al encaje en unos fondos del Plan de Convergencia Interior en principio concebidos para otros fines, pero en los que se logró colar porque se trata de un centro que "forma, retiene y atrae talento". El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, consideró positivo para los estudiantes la integración en el Campus, ya que la convivencia con el resto de universitarios es también parte de una formación que, a pesar de las carencias que hasta ahora han tenido en las dependencias, siempre ha sido de buena calidad.