El acusado, uno de los cuatro imputados en atracos a punta de cuchillo en dos salones de juego del centro de la capital y en la cafetería de un hotel de las afueras, con los que obtuvieron 13.980 euros, afirmó que únicamente acudió a la sala de recreativos, 15 minutos antes del asalto, como cliente, nunca para estudiar el local, como sostiene la Fiscalía, que le exige 12 años de prisión, tres por cada delito. Los integrantes del grupo de delincuentes, que se trasladaba al parecer desde Salamanca, actuaba encapuchado, lo que dificultó su identificación, solo posible porque les delató uno de ellos, cuñado del juzgado ayer y que se encuentra requisitoriado.

Además, la Fiscalía exige al Juzgado de lo Penal que imponga al encausado otros 21 meses por las lesiones provocadas a la empleada de la cafetería, a la que golpearon en la cabeza después de exigirle que se tirase al suelo. El imputado que se sentó ayer en el banquillo, de iniciales R.S.V. (en prisión por otra causa) fue identificado por su cuñado, de iniciales A.R., pendiente de ser juzgado por esta causa y que se haya en rebeldía, si bien no existen pruebas directas de que fuera uno de los cuatro atracadores al llevar todos la cara cubierta.

Las cámaras de seguridad tampoco aportaron datos que puedan relacionarle con los asaltos, "no se ve a mi representado", subrayó el abogado que le defendía, quien exigió la absolución y, si la magistrada decide condenarle, que se aplique la atenuante de dilaciones indebidas, por "la inactividad" en el procedimiento "desde mayo de 2013 hasta 2015", para reducir la pena.

La Fiscalía mantuvo la acusación, a pesar de que no "existen pruebas concluyentes, porque no se le puede identificar", por lo que sustenta la imputación del procesado en "indicios que acreditan su intervención en los hechos", como la declaración de, A.R,, que dijo a la Policía y al juez que investigó los hechos "que él conocía a los que atracaron y que R.S.V. era uno de ellos". Es el mismo acusado que identificó a los otros dos procesados, "la imputación del cuñado es clara", concluyó la fiscal, que insistió que R.S.V. "reconoció que acudió 15 minutos antes al local" y que había preguntado el horario de cierre. El abogado restó importancia a ese detalle para desvincularle del atraco: "Entró a jugar a la sala y pregunta el horario, ¿qué tipo de colaboración es?".

El abogado de la defensa restó credibilidad al delator, quien acudió al hotel después del asalto, "embriagado", para ofrecerse a declarar en contra de su cuñado a cambio de dinero; después dice "que lo ve todo desde el coche y luego que se lo dijeron en un funeral. No concreta cuándo, cómo y quién se lo dice. Todo a cambio de que le presten dinero. Esta persona esta fugada y no ha venido al juicio" celebrado ayer, dijo el letrado.

Por el robo del turismo que se cree que usaron para trasladarse a Zamora, que la Policía halló abandonado en el polígono de La Hiniesta con las puertas abiertas, la fiscal pide una multa. En el interior del turismo y su alrededor, se encontraron pruebas que inducen a pensar que en él se trasladaron los ladrones para robar: un calcetín que pertenecía al procesado muerto y restos de tabaco de la marca que uno de ellos robó en uno de los asaltos para fumar.

Otro de los acusados se mató en accidente de tráfico y el otro no fue identificado por la policía, por lo que no llegó a ser detenido junto a los otros tres.