El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha criticado duramente el Plan General de Ordenación Urbana de 2011 tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a revertir 1,3 millones de metros cuadrados de suelo urbanizable a rústico. "Nos alegramos de la sentencia, porque supone dar la razón a lo que los técnicos municipales dijeron antes de que se redactara el Plan de Urbanismo que, recordemos, le costó 300.000 euros a este Ayuntamiento", asegura. Para el regidor, la resolución del alto tribunal viene a dar la razón a quienes criticaron el PGOU de 2011. "El Supremo está poniendo de manifiesto que el Plan es un fracaso. Estamos preparados para acometer una modificación que se ajuste más a la realidad de la ciudad", apunta.

Son precisamente las previsiones poblacionales incluidas en el PGOU las que han centrado las críticas casi desde el mismo momento de su redacción. "El Plan General de Urbanismo preveía un incremento de población en la capital hasta llegar a los 160.000 habitantes, cuando la tendencia es claramente descendente. Es algo absolutamente irreal", ha explicado Francisco Guarido. La modificación del PGOU, no obstante, no se tratará como asunto prioritario. "Es un proceso largo y costoso, tanto en tiempo como en dinero. Esta sentencia hace que no tengamos que tener tanta prisa en acometerla", concluye.