El hijo del barquero de Olivares rescató con vida a un vecino de Valladolid que cayó al Duero a su paso por Zamora capital, a unos quince metros de las aceñas de ese barrio, a las 19.30 horas de ayer, en una zona donde el río alcanza una profundidad de cuatro metros.

El barquero, Miguel Arévalo Antón, estaba hablando por teléfono cuando vio caer al hombre, de unos 40 años y vecino de Valladolid, y sin dudarlo un segundo descendió las escaleras del pequeño embarcadero existente en la zona para coger una vieja barca azul que mantiene allí amarrada. Con un palo, fue fondeando hasta llegar a donde se dirigía el hombre, que hacía esfuerzos para tratar de salvar la corriente que le dirigía hacia la compuerta de la aceña más próxima al muro que baja desde el Puente de Piedra. Miguel consiguió asir de una mano a la víctima, al tiempo que le ordenaba que se agarrara a la barca para, una vez a salvo, llevarle a su casa y darle los primeros cuidados, con ayuda de su mujer y su hermaa. Ya en su casa, le secaron y le arroparon con mantas hasta que llegó el servicio de emergencias 112: bomberos, policía y ambulancia.

La familia del hombre accidentado ya había denunciado su desaparición, por lo que la Policía Nacional había emprendido su búsqueda. El vecino de Valladolid, entre lágrimas, agradeció al hijo del barquero de Olivares su intervención.