Veintisiete zamoranos han formalizado el testamento vital en el último año en Castilla y León, según el balance del Registro de instrucciones previas contabilizados por la Junta. Supone un incremento respecto al año anterior, en que se formalizaron 22, aunque es la cifra más baja desde el año 2009. Desde que se pusiera en marcha, un año antes, en 2008 han sido 353 los zamoranos que han hecho testamento vital aunque la provincia es, junto con Soria, Segovia y Ávila las que menos recurren a este documento.

Un testamento vital, que en Castilla y León se llama documento de instrucciones previas, contiene indicaciones de la persona que lo suscribe sobre los cuidados y tratamientos médicos que se aceptarían o rechazarían si se estuviera en determinadas situaciones clínicas, en general con un pronóstico irreversible y que evolucionará hacia la muerte en un periodo más o menos cercano. También puede contener indicaciones sobre el destino del cuerpo o de los órganos una vez llegado el fallecimiento. El 80% de los testamentos vitales contiene indicaciones sobre ambos aspectos y casi un 20% sólo del tratamiento que desea recibir ante una situación irreversible, mientras que son muy pocos los que únicamente destacan el destino de sus órganos en el momento del fallecimiento. Más mujeres que hombres acuden al testamento vital, con una edad media de 56 años en la provincia.