La familia del hombre que murió en la calle de la Cuesta del Caño de la capital, Julián Esteban Benéitez, y que denunció la denegación de auxilio a la viuda por parte de un establecimiento hostelero próximo, aclara ahora que la mujer, que relató a sus hijas que inicialmente que había golpeado en una puerta de cristal, recuerda que también llamó a un interfono. "El malentendido viene de que hay tres portales, de los cuales dos son del hotel, y uno de un edificio de viviendas con la misma estética de inmueble del local", explican en un comunicado conjunto la familia y el establecimiento hostelero, con lo que "fácilmente se puede confundir, dado que es el portal del centro".

Es ese portal "el único que tiene interfono y donde la familia confirmó ayer, en conversaciones con el hotel, que la esposa del fallecido había llamado" para pedir que avisaran a una ambulancia o llamaran al servicio de emergencias 112 porque su marido estaba indispuesto, sentado en las escaleras de la calle mencionada.

La familia del fallecido contactó ayer con el hotel y, "tras visualizar la infraestructura del edificio", pudo observar "cómo y dónde se habían producido los hechos y ver que, efectivamente, cualquier comunicación con el establecimiento fue totalmente imposible desde allí", como en principio se relató a este diario, posiblemente llevados por el estado de shock en el que se hallaban la viuda y sus hijas.

Los responsables del hotel y la familia han querido emitir una nota aclaratoria sobre los malos entendidos que hayan podido producirse durante estos días, después de que las hijas del fallecido explicaran que su madre había golpeado varias en una puerta de cristal de un establecimiento hostelero para solicitar ayuda sin que una mujer con la que habló se la proporcionara.

La familia lamenta la confusión y haber podido causar perjuicios a la imagen del negocio hostelero, ya que desde el primer momento sufrió en redes sociales especulaciones y comentarios de desprestigio, a pesar de que en la información elaborada en este diario nunca se mencionó el nombre del local para evitar esa situación. Por ello la directora del hotel se vio obligada a emitir un comunicado en la web del establecimiento

Esteban Benéitez murió hacia las seis de la mañana del miércoles, 16 de marzo, en las escaleras situadas en la Cuesta del Caño, donde le dijo a su esposa que no podía continuar el camino, que se encontraba mal. Josefa Moro acudió a uno de los portales y llamó a un interfono, según recuerda ahora, para pedir ayuda, habló con una mujer que le dijo que se fuera. Regresó junto a su marido y trató de reanimarle, "le hizo hasta el boca a boca", contó su hija Soledad a este diario. Al ver que no contestaba, volvió a llamar a la mujer y esta le dijo que fuera a la Policía Municipal. Josefa "le tapó con su bufanda" y fue andando hasta el cuartel de la Plaza Mayor a pesar de estar operada de las dos caderas. Para cuando Julián recibió auxilio estaba muerto. La mujer aún no ha asumido que su marido ha fallecido, relatan los hijos, "nos dice, cuando vuelva tu padre...".