Hombre vinculado a la política y a la lucha obrera, ahora vuelve a la primera línea pero en la lucha por los derechos humanos en el colectivo de activistas de Amnistía Internacional de Zamora.

-¿Cómo llega usted a la organización?

-Soy socio desde hace años de Amnistía Internacional. Hace un tiempo de la vicepresidenta de la sección española me animó a formar un nuevo grupo de activistas en Zamora. Ahora dispongo de más tiempo, por lo que asumí el encargo, pues era la única provincia de la región que carecía un grupo que trabaje.

-¿Cuántas personas forman parte del colectivo en la provincia?

-El dato exacto no lo sé. Somos más de un centenar en la provincia y el grupo de activistas, las personas que cuando Amnistía nos necesita para hacer actividades de calle, jornadas o charlas, ahora somos unas diez personas.

-Los primeros pasos del grupo están siendo?

-Casi nada más bautizarnos empezamos a recoger firmas en Santa Clara por el tema de los refugiados y por el maltrato a las mujeres. A partir de ahí comenzamos a visitar las organizaciones no gubernamentales con presencia en Zamora, como Cáritas y Cruz Roja con quienes ya hemos mantenido un encuentro. También hemos tenido una reunión con los bomberos que han estado en Lesbos y nos han recibido el subdelegado del Gobierno, luego el delegado territorial de la Junta y el alcalde. Nos queda pendiente una reunión con los portavoces de todos los grupos políticos y ahora estamos organizando una actividad relacionada con la indignación que muchos sentimos siendo europeos porque se está levantado el segundo telón de acero para que no entre la gente.

-¿Cuándo será y en qué va a consistir?

-Será una mesa redonda en la Alhóndiga el día 16 a las 20.00 horas que se titula "Yo acojo" donde pedimos al Gobierno de España que garantice una respuesta rápida para las personas refugiadas que por cientos de miles están en las fronteras europeas y para los solicitantes de asilo, que cumpla con sus obligaciones internacionales, pues ha firmado convecciones y tratados que tiene la obligación de cumplir porque está haciendo poco o nada como los países de la Unión. La sociedad está adormilada porque muchas familias tienen muchos problemas y hay mucho paro. Este país siempre ha sido solidario y no podemos dejar abandonados a miles y miles de personas. No podemos permitir que la UE llegue a un acuerdo con Turquía que tiene ya tres millones de refugiados y pretenden que acoja otros dos millones más. Además este país vulnera la declaración de los derechos humanos en muchos apartados. Amnistía ha denunciado casos de sirios y libios que los devuelven en caliente. Hay que dar una salida a esta situación y cuando se habla a la sociedad, las ong se movilizaron y las administraciones, como se hizo hace unos meses, hubo gente que se ofreció a acoger y esa ayuda no se puede abandonar y para eso están los gobiernos, que tienen que ver la forma de poder ver cómo podemos ayudar a esas gentes. El derecho de acogida lo tenemos todos.

-Ante la política de cuotas Amnistía Internacional?

-Denunciamos que no puede hacerse una promesa a la sociedad diciendo que en este país se iba a poder acoger a más de 800 refugiados y que iba a haber lugares para esa segunda oportunidad, cuando ahora solo han llegado 18. Es vergonzoso. Pedimos que cada país diga, de una vez, a cuántas personas pueden acoger porque es una situación perentoria, especialmente en el caso de los niños. Tenían que haber dado una respuesta concreta y España tiene que presionar para que surja un camino para que estas personas, donde un 98% quiere ir al norte de Europa. Es necesario que cada país se comprometa a acoger una cantidad para que no estén hacinados en campos.

-Los activistas de Amnistía va a supervisar la estancia de los refugiados que lleguen a la región, pero ¿saben cuántos serán?

-Por el momento han llegado solo tres eritreos. La red que se puso en marcha está absolutamente parada hasta que nuestro país y el resto de naciones se pongan de acuerdo para abrir vías para intentar que estas personas inicien una nueva vida.

-Además de centrar los esfuerzos en llamar la atención sobre la situación de los refugiados, ¿qué otras temáticas protagonizan el trabajo de los activistas de Zamora?

-Ahora nos estamos centrando en el problema de los refugiados pero también tenemos la prioridad de que en España estamos dando pasos atrás en derechos humanos. Ha habido cambios en la norma de derechos de reunión y de asociación. También nos preocupa el derecho a la vivienda y en este sentido incumplimos tratados internacionales, lo que es responsabilidad de todas las administraciones y nos preocupa el maltrato a la mujer, el derecho más incumplido en todos los países.