Una experiencia no solo laboral, sino también social. El instituto La Vaguada lleva varios años ofreciendo a sus alumnos de Formación Profesional, ya sean de grado medio como superior, la oportunidad de realizar sus prácticas a través de diferentes becas. Auspiciadas por la Consejería de Educación y las Cámaras de Comercio, el Instituto de la Juventud de Castilla y León o la Fundación Inform de Cataluña, los jóvenes pueden elegir entre varios países -Italia, Irlanda, Polonia, Francia o República Checa, entre otros- para realizar sus prácticas de empresas fuera de las fronteras españolas y con otro idioma como vehículo para comunicarse con sus compañeros.

"Son becas diferentes, pero con el mismo objetivo: hacer prácticas, relacionarse con otra gente y adquirir cierto nivel de idiomas, además de ver otras maneras de trabajar", resume el profesor José Luis Campano, coordinador de estos programas Erasmus. "El nivel de satisfacción de los alumnos con estos cursos es muy alto", confirma el tutor desde su veteranía. "Es una experiencia satisfactoria, aunque a veces no hay becas suficientes para todas las solicitudes", añade.

Luis García cuenta sus vivencias con la beca del Instituto de la Juventud el pasado año en Poznan (Polonia), tras finalizar el grado medio en Imagen y Sonido. "No hay que dudar ni tener miedo, este tipo de becas solo se presentan una vez en la vida y es mejor además que se vaya solo para conocer a gente y aprender a desenvolverse", aconseja a los futuros becados, para añadir que hay que aprovechar no solo a trabajar, sino a conocer otras culturas. "Yo viajé a Viena, Budapest y Berlín", enumera.

Pocos días antes de viajar a la ciudad italiana de Catania, Adrián Picón Ruiz aseguraba, a sus 22 años, que aunque su primera elección fue Irlanda, se estaba poniendo al día con el idioma antes de embarcar. "Quiero que me sirva como apoyo para encontrar un trabajo, porque tengo la intención de irme fuera de España y considero que haciendo un Erasmus lo tendré un poco más fácil", explica este graduado en Audiovisuales.

La combinación Erasmus+Sefed ayuda a los alumnos a vivir desde dentro cómo se trabaja en una empresa antes de salir al extranjero. "El programa simula de manera muy real cómo se funciona", señala Francisco Fernández, su coordinador. Desde fotocopiadora hasta ordenadores o telefonía en cuatro departamentos distintos, todo está instalado en un aula del centro. "Lo único que falta es el producto real", explica sobre un programa que cumple siete años.

En pleno proceso de selección se encuentran Marta González y Raquel Viñas, de Administración. "Me animé porque no creo que me quede aquí en un futuro y me apetece vivir la experiencia", razona la primera, mientras que su compañera añade que "se podrá conocer a gente de otros países y relacionarte con otras culturas".

Finalmente, ambas jóvenes acaban de recibir el anuncio de que han sido elegidas para estas prácticas en Cork, una oportunidad que no piensan desaprovechar en el mes que residan y trabajen en la ciudad irlandesa.