De madrugada y a toda velocidad interceptó una patrulla de la Policía Municipal a un vehículo que circulaba por el centro de la capital, tras salir de la calle de Las Llamas y recorrer zonas como la avenida Príncipe de Asturias o las calles Amargura o Doctor Fleming.

Eran las 4:20 de la madrugada y el conductor, a gran velocidad, se saltó varios semáforos en rojo. Tampoco hizo caso alguno a las señales acústicas que emitieron los agentes de la Policía Local para que se detuviera. Con esta actitud, incluso estuvo a punto de llevarse por delante a alguno de los policías que intentaban cortarle el paso para frenar su huida. La hora en la que ocurrieron los hechos facilitó que no se produjera ningún accidente con otros vehículos o incluso con los posibles peatones que podían haber estado cruzando el semáforo en verde.

Finalmente, el hombre estrelló su vehículo en la zona del conocido como arroyo de Valdondiego, en lo que parecía el final de la persecución.

Sin embargo, el accidente no fue obstáculo para que el conductor cejara en su empeño por escapar de la Policía Municipal, ya que salió de su coche y comenzó la huida a pie. Además, cuando los agentes lo alcanzaron, este intentó deshacerse de ellos dando cabezazos, golpes y patadas. Las pruebas que posteriormente se le realizaron, arrojaron positivo en cocaína otras sustancias.

El conductor iba a ser juzgado por estos hechos, ocurridos en marzo del pasado año, pero antes del inicio del juicio el Ministerio Fiscal y el abogado de la defensa llegaron a una conformidad, por lo que la fiscal modificó su escrito inicial de acusación y redujo la pena solicitada en un primer momento.

En este sentido, el acusado fue condenado por un delito contra la seguridad del tráfico bajo la influencia de drogas tóxicas a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, además de la prohibición de conducir cualquier vehículo a motor por un periodo total de un año y seis meses.

Además del delito contra la seguridad vial, el conductor también fue condenado a una multa por un delito de resistencia a la autoridad, dado el comportamiento que tuvo al ser alcanzado por los agentes, que alcanza la cifra de 1.080 euros.