El colectivo de procuradores de los tribunales pasa por una situación de tranquilidad después de las turbulencias que produjo el proyecto de ley de servicios profesionales, que posibilitaba compatibilizar las tareas de esta profesión con la de abogado. Una ley que no llegó a materializarse. Y no solo eso, señala el decano del Colegio de Procuradores, Juan Manuel Gago, sino que "al final de la legislatura una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil no sólo nos ha hecho más incompatibles con los abogados sino que nos ha dado más competencias dentro del procedimiento", para poder hacer notificaciones, citaciones y emplazamientos. "Eso nos ha dado un empujón muy fuerte a la profesión, nos distingue aún más de la de abogado y nos reserva más individualidad en el sitio que ocupamos dentro de la Administración de Justicia".

El colectivo de los procuradores de los tribunales lo forman en estos momentos 41 profesionales, cifra que prácticamente no se mueve en más de una década, ya que permanece en torno a los cuarenta. La razón del reducido tamaño del colectivo no está muy clara, indica Gago, quizá el trabajo que cuesta hacerse un hueco en este oficio. Hasta la entrada en vigor a la ley de acceso a las profesiones de abogado y procurador el acceso a este oficio era libre para cualquier licenciado en derecho. Ahora es necesario tener un máster. "Más que la limitación de acceso, que hasta ahora no ha existido, creo que el poco número de profesionales se debe a que es una profesión muy dura, muy exigente y muy de estar todos los días al pie del cañón. Hubo un boom a finales de los 90, como pasó con los abogados".

Y al igual que les ocurre a los abogados, a los procuradores también les está afectando la falta de trabajo derivada de la crisis, y paliada únicamente por algunos fenómenos como puede ser el de las demandas por las preferentes. Según indica Gago "somos colaboradores necesarios de los abogados y sin ellos tienen pocos asuntos nosotros tenemos también pocos asuntos. Pero bueno no deja de ser el momento que nos ha tocado vivir a todos. La situación económica general es poco boyante y donde no hay actividad mercantil se nota en el comercio, en la justicia, y en todos los ámbitos de la sociedad". Los procuradores de Zamora celebraron ayer su festividad patronal, con una misa y una comida, compartida con representantes de otros estamentos que conviven en el ámbito judicial, como los miembros de la judicatura, abogados o graduados sociales, entre otros.

El colectivo de procuradores es uno de los más preparados para lo que se conoce como el "papel cero" en la Administración de Justicia, que ha entrado en vigor el pasado 1 de enero. "Los procuradores tenemos una experiencia muy dilatada. Tanto el Lexnet, con el que llevamos prácticamente nueve años, como en la presentación telemática de escritos, que llevamos un año. Con lo cual estos problemas que están empezando a sufrir los abogados que trabajan sin procurador nosotros ya los tenemos superadísimos desde hace un año". La adaptación a las nuevas tecnologías, indica Gago, supuso "un esfuerzo profesional importante, económico también, pero bueno, creo que hemos dejado el listón muy alto, y claro al resto les cuesta seguirnos". El decano está convencido de que "la Administración de Justicia acertó cuando pensó en nosotros como el colaborador necesario para estas implantaciones de la administración digital".