Manuel Álvarez Junco es el autor de "Una imagen para el Quijote", un libro muy documentado que homenajea a la obra de Cervantes y el nuevo director de los cursos de verano del Escorial.

-¿Cómo surge esta singular publicación sobre el Quijote?

-Soy especialista en diseño gráfico y me interesa mucho todo lo que guarda relación con él y la tipografía. A mayores soy un especialista en la imagen, por lo tanto el tema de la ilustración me apasiona. Hace más de una década me propusieron hablar del tema del diseño gráfico y escribí un artículo. Entonces era el 400 aniversario de la primera edición de la primera parte. Ahora que se cumplen los 400 años de la segunda un editor me propuso escribir un libro y aprovecho la ocasión para que un volumen tan maravilloso como el Quijote, verlo desde una perspectiva profesional de la imagen.

-Reivindica la importancia del diseño gráfico en la obra.

-Sin duda. En casa de mis padres había una edición facsímil de Quijote, una de las primeras ediciones, que para mí resultaba totalmente incomprensible. A partir de ese punto analizo lo que se ha hecho a lo largo de la historia con la imagen tipográfica y con la ilustración porque es un libro que todo el mundo ponen imagen. El Quijote es un volumen maravilloso que no precisa de imágenes para leerlo. Sin embargo todo el mundo tiene la necesidad de ver plasmadas las imágenes que evoca. A lo largo de la historia ha habido algunos verdaderos fracasos.

-Como por ejemplo...

-No hay ninguna película buena sobre el Quijote y eso que ha habido películas (risas). El Quijote lo han ilustrado en muy diversos países, sobre todo, en Inglaterra, que ha sido el país que mejor ha tratado la imagen del Quijote, lo ha hecho mucho mejor que en España.

-¿A qué se debe?

-Pues no lo sé (risas) quizá por la distancia. Los ingleses fueron los primeros que le dedicaron una portada. Los holandeses, los franceses y los ingleses han tratado muy bien gráficamente esta obra que eran las naciones con las que estaba enfrentada políticamente España cuando se editó el Quijote. En nuestro país hasta finales del XVIII no se ha hecho una edición buena.

-La mayor dificultad en este rastreo por la producción del Quijote ha sido...

-Me gusta trabajar temas ya abordados, pero me gusta trabajarlos de una manera trasversal y el Quijote es una novela que parece que todos conocemos. Es un libro muy elaborado, muy documentado que, en el fondo, se trata de un homenaje al Quijote pues indirectamente hablo siempre de él.

-Desde su punto de vista ¿qué profesional ha tratado mejor al Quijote?

-Es una opinión muy particular, además de Goya, que realiza una serie, es fundamental el trabajo realizado por el francés Honoré Daumier quien, en el año 1867, ofrece una visión muy particular. Este hombre ha hecho una imagen que nadie ha realizado. Apostó por dibujar a Sancho Panza cagando, mientras que don Quijote mira al horizonte como si no viera nada.

-¿Usted ha ilustrado en alguna ocasión esta obra?

-Incluyo una viñeta que he hecho, pero yo me dedico a ilustraciones autónomas, es decir, trato mis propios temas. Yo profundizo en la pura imagen. Pretendo que mi trabajo no se explique con palabras, que sean casi ópticas. Las imágenes que propongo no son una sustitución de las palabras, sino que tengan una propia autonomía.

-¿El humor gráfico tiene que ser incorrecto?

-Nosotros tenemos una parte necesariamente incorrecta y el humor forma parte de esa parcela, es lo incorrecto, lo que hacemos y que no se debería hacer y lo hacemos de una manera muy determinada. Por medio del humor expresamos lo que habitualmente no nos atrevemos a decir. El humor tiene que ser incorrecto. De la tensión que vivimos con el tema catalán, por ejemplo, salen cosas muy divertidas.

-¿Ha cambiado este arte tras el atentado contra el Charlie Hebdo?

-Existe un problema que todavía no hemos abordado en la gráfica que es la globalización. El humor que antes era muy local, ahora se ha convertido es más internacional y puede que un humor que se realiza en un entorno como puede ser el europeo, a otras gentes le resulte ofensivo y viceversa. El profesional tiene que ser consciente de dónde está realizando su trabajo. Desde el atentado ha habido una reflexión y una unidad muy fuerte entre los profesionales del humor gráfico, incluidos los grandes profesionales que hay en Irán o en Turquía. No ha habido un cambio, sino que se ha producido una toma de conciencia de que realmente significa Internet.

-Hace unos meses ha sido nombrado director de los cursos de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial.

-Es una labor que se prepara durante muchos meses y ahora estamos trabajando mucho y haciendo muchos cálculos para abordar la actualidad, incluida la política, tan incierta en estos momentos. Estamos trabajando para plantear una reflexión académica y lúdica. Pretendo continuar la labor hecha hasta ahora y estar a la altura de mis predecesores. Quiero internacionalizarlos y abordar la actualidad en todos los sentidos.

-A mayores ¿en qué trabaja en estos momentos?

-Compagino mi labor de profesor con la confección de otro libro sobre humor gráfico, puro y duro, que saldrá más adelante.