Recortes de gastos, sí. Supresión de puestos políticos superfluos, también. Hasta ahí, todos los encuestados de acuerdo. Sin embargo, "¿constituir órganos de gestión de municipios alternativos a las diputaciones garantizan estos parámetros?", se preguntan algunos de los encuestados. La supresión de las instituciones provinciales lleva tiempo en el punto de mira y el acuerdo de investidura entre Pedro Sánchez y Albert Rivera no ha hecho más que recuperar la polémica en torno a esta institución dedicada a prestar servicios comunes y gestionar los recursos de los municipios, tan dispersos y numerosos en el caso de Zamora.

Sin embargo, su gestión es tildada por algunos de los encuestados como "opaca" y "falta de transparencia", es decir, "un caldo de cultivo perfecto para los nombramientos a dedo y la colocación del político de turno", critican. Tampoco pasan por alto su forma de elección, que no es directa sino a través de los comicios municipales, lo que pone en tela de juicio su "auténtico carácter democrático".

La mayoría de los encuestados apuesta por un cambio en las diputaciones provinciales -algunos a través de una mera transformación, otros con su erradicación de un plumazo-, aunque todos coinciden en señalar que la gestión de los pueblos debe recaer en algún otro órgano, "llámese Diputación, consejo de alcaldes, mancomunidad o X", razonan algunos de los zamoranos objeto de la encuesta. En este sentido, temen que la disolución de la institución provincial conlleve "un mal mayor y nos salga a todos el tiro por la culata", ejemplifican.

En el caso de la Diputación Provincial de Zamora, el presupuesto general de la institución para este año asciende a algo más de 62 millones de euros. De forma tradicional, la Diputación presta servicios públicos esenciales a los ciudadanos, muchas veces, como competencia impropia, bien de manera directa o bien a través de otras entidades.

Las características intrínsecas de la provincia de Zamora hacen que la Diputación goce de un papel diferente al del resto de territorios. Esto hace que se convierta en una institución muy conocida para los zamoranos, pese a ser una gran desconocida para ciudadanos de otras comunidades autónomas, sobre todo, en las uniprovinciales, donde tan siquiera existe como tal ese órgano administrativo. Aunque sus competencias se vieron reducidas según fueron ganando terreno las comunidades autónomas, también es cierto que, en casos como Zamora, esas transferencias de competencias impropias todavía no han llegado.

Los socialistas, cuyo líder nacional ha firmado el acuerdo con Ciudadanos para la eliminación de las diputaciones, gobiernan en trece instituciones provinciales de la provincia. Rubalcaba propuso en 2011 sustituir estos órganos administrativos por consejos de alcaldes -entidad que también existe en Zamora y se reúne de manera periódica para poner sobre la mesa las inquietudes, propuestas o medidas que atañen a los municipios-, pero su intención quedó finalmente en el limbo ante la resistencia interna en su propio partido. En el programa electoral socialista de las últimas elecciones, el PSOE planteó una modernización de las diputaciones. El futuro final de la institución está por llegar. El tiempo dirá hacia qué derroteros.