El principal imputado por la pelea ocurrida en el baile de la romería de La Hiniesta, de iniciales J.A., admitió ante la magistrada del Juzgado de lo Penal que estaba muy borracho cuando reaccionó violentamente por la agresión que su pareja, embarazada de seis meses, que cayó al suelo acababa de recibir de otro joven, D.R.S., al que partió en la cabeza una silla de plástico de las apiladas en el pabellón deportivo de las escuelas, las utilizadas en la comida que se celebra con motivo de la fiesta.

La mujer tardó seis días en curarse de las lesiones sufridas y su agresor, el joven foráneo que había acudido a La Hiniesta a divertirse con dos amigas y un amigo, siete días en sanar. Pero el peor parado sería, precisamente su amigo, que recibió en el ojo el impacto de una botella de cristal, lanzada a "metro o metro y medio de la cara", de acuerdo con el fallo judicial, "sorprendido por lo inesperado de la agresión" protagonizada por la pareja de la mujer embarazada, quien le lesionó en el párpado inferior, heridas de las que tardó en curarse 97 días, tras recibir puntos de sutura y llegar a perder parcialmente la visión. La sentencia del Juzgado de lo Penal no aclara porqué se produce esta segunda agresión, mientras que en el juicio se llegó a decir que había otro altercado en el pabellón.