El abogado del exdueño de la inmobiliaria Remesal y Salas renunció ayer a su defensa "por pérdida de confianza en su cliente", al que le resultó imposible localizar con anterioridad a la celebración del juicio por estafa de 42.196 euros previsto en la Audiencia de Zamora, en el que el Ministerio Fiscal exigía dos años y medio de prisión.

El Tribunal provincial, que ya le ha condenado en tres ocasiones a penas que suman siete años y medio de cárcel por delitos similares, se vio obligado a suspender la vista oral a las 9.30 horas, que podría haberse celebrado en ausencia del acusado, pero no de su letrado.

El ingreso en prisión del procesado, de iniciales M.S.B., está pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva los recursos presentados contra las sentencias condenatorias, lo que podría ocurrir en breve. La de ayer era la sexta vez que el empresario del sector inmobiliario, de gran prestigio en la década pasada, iba a ser enjuiciado por quedarse con dinero de sus clientes, entregas que en unas ocasiones le hicieron para adquirir viviendas o comprar otros inmuebles a medias. El letrado de M.S.B. se dirigió horas antes a la Audiencia para comunicar que renunciaba a la defensa porque no había podido contactar con el conocido empresario zamorano para preparar el juicio, y que desconocía cuál era su paradero.

El imputado tendrá ahora que nombrar un nuevo abogado o solicitar uno de oficio, lo que retrasará la resolución de la denuncia interpuesta por uno de sus clientes y amigo, a quien M.S.B. propuso la compra al 50% de siete plazas de garaje en el edificio de Los Momos en el año 2011. El acuerdo incluía la entrega de los 42.196 euros que finalmente el que fuera propietario de Remesal y Salas se apropió, en esta ocasión, según el denunciante, para abonar deudas de la sociedad conformada por su esposa, sus dos hijos y su nuera. La acusación particular le exige nueve años de reclusión por disponer de "los ahorros de toda una vida" de su cliente y porque estima que este no es un hecho aislado, sino una forma de actuar del exdueño de la inmobiliaria para hacerse con liquidez mediante sucesivas estafas.

El abogado de la acusación particular relata las otras cinco causas judiciales con las que está "probado en autos" que el imputado ha "conseguido mediante engaño" un total de 338.297 euros de clientes, incluidos los 42.196,53 que reclama su defendido, entregados por los perjudicados a Remesal y Salas para adquirir viviendas, trasteros o plazas de garaje, acuerdos que el imputado incumplió.

En esta causa que deberá enjuiciar la Audiencia, la acusación particular exige que se impongan al procesado agravantes porque entre el exempresario y el denunciante había "una relación íntima desde hace años", tal y como reconoció uno de los hijos, quien indicó durante las diligencias que el presunto estafado fue "amigo de la familia", "amigo del padre y que fue incluso a su boda invitado" por el exdueño de Remesal y Salas.

La acusación afirma que hubo abuso de las relaciones personales existentes, que M.S.B. aprovechó la credibilidad que tenía en su gremio, por la larga trayectoria y la credibilidad de la familia en el mercado inmobiliario de Zamora de la familia y la empresa Remesal y Salas. La esposa, los hijos y la nuera del acusado se han visto implicados "como responsables civiles a título lucrativo", sostiene este abogado, porque los 42.196,53 euros se destinaron a pagar una deuda de 80.000 euros contraída por la empresa familiar. Detalla que M.S.B. usó ese dinero para abonar los trabajos realizados por un empresario a la inmobiliaria familiar Remesal y Salas.