Cincuenta y siete localidades de la provincia, entre ellas la capital, se han sumado al plan de regularización puesto en marcha por el Catastro que pretende aflorar los inmuebles que por unas u otras razones permanecen ocultos a los registros y por tanto al pago de impuestos. Normalmente suelen tratarse de inmuebles de nueva construcción, ampliaciones o zonas anexas, como piscinas, que hasta ahora no figuraban convenientemente en el Catastro. Con esta nueva tanda son 228 los ayuntamientos de la provincia inmersos en este proceso de afloramiento de inmuebles hasta ahora opacos para el fisco. Los primeros comenzaron el proceso en 2013 y desde entonces se han ido sumando en diferentes periodos casi todos los pueblos y desde luego las principales localidades zamoranas.

El proceso de regularización empieza a partir de esa semana en Abezames, Almeida de Sayago, Aspariegos, Belver de los Montes, Benavente, Bretó, Burganes de Valverde, Cañizo, Carbellino, Cazurra, Cuelgamures, Entrala, Ferreruela, Fuentesaúco, Fuentes de Ropel, Gallegos del Pan, Granja de Moreruela, Granucillo, Luelmo, Manzanal de los Infantes, Matilla de Arzón, Molacillos, Molezuelas de la Carballeda, Montamarta, Moral de Sayago, Moraleja de Sayago, Moraleja del Vino, Morales del Vino, Moralina, Muelas del Pan, Palacios de Sanabria, Pinilla de Toro, Pobladura del Valle, Pueblica de Valverde, Quintanilla de Urz, Rosinos de la Requejada, San Agustín del Pozo, San Esteban del Molar, San Martín de Valderaduey, Santa Clara de Avedillo, Santa Colomba de las Monjas, Santa Croya de Tera, Santa María de la Vega, Santa María de Valverde, Torregamones, Trabazos, Trefacio, Vega de Villalobos, Villaferrueña, Villalonso, Villanázar, Villanueva de Azoague, Villanueva del Campo, Villar de Fallaves, Villar del Buey, Villaseco del Pan y Zamora.

Los propietarios que regularicen su situación tendrán que abonar los atrasos de impuestos que tengan sin pagar hasta un periodo de los cuatro años anteriores.