Florián Ferrero es archivero e historiador que se jubiló como director del Archivo Provincial del Zamora en 2013 y como profesor-tutor de la Uned en el centro asociado de Zamora en el año 2014.

-Usted nunca ha sido de homenajes, ni de reconocimientos.

-Estoy en contra de los actos protocolarios. En mi jubilación no quise hacer la tradicional comida de despedida.

-Cuando ha tenido conocimiento de la enjundia del reconocimiento...

-Me ha asombrado. Estoy realmente agradecido, emocionado...

-Y ¿abrumado?

-Por supuesto porque he hecho mi trabajo con toda la ilusión y el amor. Tengo muchos defectos, pero lo que siempre he sido es limpio en mi actuación. He intentado siempre ayudar a quien lo necesitaba en el archivo, y a mis compañeros que lo demandaban. Además, he intentado irme del mundo profesional despacio y en silencio, sin dar la lata, y de repente... esta sorpresa.

-Disfrutará esta tarde del acto.

-Sin duda disfrutaré, me emocionaré y me reencontraré con amigos a algunos que veo con frecuencia y con otros, no tanto. Normalmente estos homenajes se suele hacer cuando uno está al borde de la muerte y yo solo tengo una pierna rota. (Risas).