-¿Qué papel juega el capa alistana en la Semana Santa de la capital?

-El gran impulso a la Semana Santa sin duda se lo otorga la procesión de las capas pardas del Miércoles Santo. La gente no viene a ver los pasos, porque escultura hay en otras muchas ciudades, y algunas muy buenas y cerca de Zamora. Pero procesiones como la de las capas solo existe aquí. En este caso, es la prenda la que viste la procesión y tenemos que ser consciente de ello. Por eso considero que la capa parda puede ser una fuente de ingreso para la provincia de Zamora.

-¿Aquí ya se sienten orgullosos de tener esta prenda como referente de la cultura de la provincia?

-Quizá hubo en Zamora un tiempo en el que la gente se sentía un poco ridícula con la capa, les daba la sensación de ser aldeanos o campesinos. Hay que darle la vuelta y sentirse orgulloso de llevarla, igual que los que llevan la capa negra española. Que los zamoranos paseemos nuestra capa, que es única, debe hacernos sentir que somos herederos de una prenda magnífica y única, no solo a nivel nacional, sino mundial. No es comparable con ninguna otra. Y no son cosas de uno que la aprecia mucho, sino que se demuestra esa calidad y en todas las concentraciones se destaca este tipo de capa.