La cabaña de bravo empieza a ver la luz después de los duros años de recesión económica. Dejada atrás la crisis que mandó al matadero a una de cada cinco reses, los ganaderos han conseguido estabilizar el número de cabezas de ganado y adaptarlas a la cantidad de festejos que se vienen celebrando en los últimos años. La cuestión clave en este sentido ha sido la reducción de festejos de los primeros años de crisis. Las ganaderías, un negocio obligado a mirar al futuro pues la cría de un toro se demora durante más de cuatro años, enfilaron los primeros años de la crisis con una cifra de animales propia de la bonanza económica. Muchos toros para menos festejos, en definitiva.

Según los datos de la Consejería de Agricultura y Ganadería recopilados por la agencia Ical, las ganaderías que hoy en día operan en Zamora cuentan con 458 cabezas de ganado bravo, una cantidad bastante inferior a la de hace un lustro. En Castilla y León hay 40.317 reses que se preparan para formar parte de alguno de los festejos taurinos que se celebran, repartidas entre 222 ganaderías. La mayor parte está en Salamanca, provincia con más actividad en este sentido.

Desde 2009, cuando el censo en la comunidad superaba los 51.166 animales, se ha pasado a los 40.317 actuales, lo que supone una reducción de 21,2%. Además, según datos de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta, ese año se inició un incremento progresivo del número de machos de lidia que terminaron en los mataderos, pasando de 1.155 a los 3.611 contabilizados en 2012. De forma paralela a este incremento de los machos que acabaron en el matadero, se registró un descenso de los que fueron lidiados en plazas. Así, de los más de 3.400 toros que eran toreados en las plazas de la comunidad antes de la crisis económica, se pasó a los poco más de 1.500 del 2014. No obstante, hay que añadir que los precios a los que los ganaderos se ven obligados a vender su ganado son los propios de hace una década, dato que habla a las caras de la reconversión que ha vivido el sector.

De la mano de la estabilización de las ganaderías ha venido la de los festejos con toros, novillos o vacas bravas. Aunque según los datos de la Junta el número de actos ha descendido en Zamora, sí que se aprecia una moderación en el descenso. De hecho, los festejos subieron si se comparan los años 2013 y 2014. Durante el pasado año, en Zamora se celebraron un total de 269 espectáculos taurinos. Son clara mayoría los encierros urbanos -90-, los encierros camperos -40- y la suelta de vaquillas -75-. Por lo referente a festejos mayores, hubo tres corridas de toros, cinco de rejones y solo una novillada picada.